En algunas cuestiones no hay diferenciación partidaria o ideológica entre los dirigentes políticos de nuestra provincia, quienes parecen recorrer sin chistar el mismo sendero. “No hay grieta”, diría alguna inocentada del robertocarlismo y aquellos que quieren tener un millón de amigos, como si la conjunción en sí misma fuera un valor (en lugar de que suceda en torno a tal o cual causa).
Uno de estas coincidencias fue reseñada el último fin de semana por el periodista Horacio Verbitsky, en el portal El Cohete a la luna. Ocurrió, no en referencia a la falta de agua o los extensos periodos sin comida que atraviesan los pobladores en el norte salteño, sino en relación a poderosos intereses de multinacionales.
En su artículo dominical “Nubes de Humo”, Verbitsky reseñó que a modo de exhibición “de su poder de lobby” Phillip Morris/Massalin impulsó a fines de 2019 un proyecto de declaración que certifica su dominio en el mercado tabacalero (si bien el fundamento es que los cigarrillos deben ser un vicio oneroso para atenuar su impacto en el presupuesto de la salud pública).
Entre la variada gama de firmantes situó al diputado nacional por el Pro, Martín Grande; pero también a su par del Frente de Todos, Sergio Leavy; y al por entonces integrante del PJ ortodoxo, Pablo Kosiner. Un trío dispuesto a que la tabacalera estadounidense no pierda un centavo de los u$s 80.000 millones facturados en 2019, dada su condición de “number one” en todo el globo terráqueo. Aún así que esta presencia cuasi monopólica –junto a British Tobbacco/Nobleza Piccardo- en el mercado local ponga contra las cuerdas a la pequeña “Sarandí” que disputa menos del 10 % restante del mercado y emplea a 300 familias.
Es un dato desconocido cómo terminará esta ecuación. Por el momento, sólo queda reseñar que al otro 75 % de la naranja y media que integra el FdT ya le fue encomendado un lugar en el Fondo Especial del Tabaco. Allí, el ex diputado nacional José Vilariño fue de los pocos que consiguió nombramiento de aquellos provenientes de Nación. El resto sigue esperando y pitando de las elastizadas promesas antedatadas a diciembre último.