A raíz de noticias que circularon en las redes sociales y distintos portales sobre el resurgimiento de la llamada “Flor de la Abundancia”, la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC),reitera las recomendaciones y recaudos que elaboró en 2016 para evitar ser víctima de una estafa piramidal que, en muchos casos, se encuentran atravesadas por discursos feministas.
Se trata de un mecanismo mediante el cual se invita al público a colocar su dinero con promesas de retribuirle intereses exorbitantes. En esa línea, y a fin de prevenir a la ciudadanía sobre el fenómeno y dotarla de la información necesaria en caso de ser contactada para participar, se sugirió tener en cuenta que:
- Dado que el dinero ingresado no se destina a ninguna actividad que de por sí produzca utilidades, la posibilidad de obtener la ganancia prometida depende exclusivamente del ingreso de nuevos participantes.
- A medida que se van creando nuevos grupos, se van necesitando cada vez más personas para completarlos, lo que aumenta las posibilidades de que el mecanismo se quiebre y se produzcan pérdidas.
- La captación pública de dinero para su colocación en inversiones es una actividad que en nuestro país requiere autorización de las autoridades competentes (como el BCRA y la CNV), quienes controlan el funcionamiento de las entidades a efectos de proteger contra fraudes y abusos.
- Antes de hacer una inversión, es conveniente conocer su funcionamiento, sus condiciones y sus riesgos, así como también obtener información acerca de la seriedad y solidez de quien la administra.
Dónde denunciar
En caso de ser víctima de una estafa, la PROCELAC recomienda efectuar la denuncia penal correspondiente ante las fiscalías en lo criminal y correccional de la Ciudad de Buenos Aires. Podés encontrar sus direcciones y datos de contacto en www.mpf.gob.ar/mapa-fiscalías/ En el interior del país, ante las fiscalías locales o ante las dependencias policiales más cercanas.
Finalmente, la PROCELAC hace saber que se encuentra a disposición para prestar colaboración a las Fiscalías en las que recaigan las investigaciones, en el caso que por sus especiales características, se detecte alguna posible manifestación delictiva vinculada a delitos federales, como por ejemplo lavado de activos y/o intermediación financiera no autorizada (arts. 303 y 310 del Código Penal).