La información difundida por varios medios indica que la mujer “se suicidó” en medio de una pelea con su pareja. Sus familiares aseguraron que estaba “llena de golpes”.
Los canales de información oficial no han emitido siquiera datos sobre el hallazgo del cuerpo de una mujer encontrada el 10 de setiembre en barrio Scalabrini Ortiz. Y más allá de eso, lo dicho es poco y superficial.
Los medios que sí compartieron la información aseguraron que la mujer se habría suicidado. Sin embargo, mediante mensajes compartidos a través de grupos de mujeres en Facebook, la familia aseguró que “estaba llena de golpes”, y que a diferencia de lo informado por algunos medios, Débora Micaela Moya fue víctima de un femicidio.
Los medios que difundieron el terrible hallazgo en ningún momento reflejaron la violencia que la familia dice que sufrió la joven. «Infidelidad y muerte», titularon y describieron: «Al parecer, el marido de la mujer habría encontrado mensajes que indicarían una presunta infidelidad en el celular de la fallecida. Tras discutir, ella descendió a la planta baja del domicilio y tomó una terrible decisión».
En otra noticia compartida reflejaron: «De acuerdo a la información brindada por la Policía, una mujer de 26 años decidió terminar con su vida, en el segundo piso de una ferretería ubicada en el barrio Scalabrini Ortiz», y agregaron: «Aparentemente, según manifestaron los vecinos al WhatsApp de DNI, existiría una relación amorosa entre la joven y el dueño de la ferretería, mientras que la esposa del hombre se encontraba de viaje en Bolivia».
Como se evidencia la información sin embargo es confusa, escasa y contradice lo que la familia sostiene: que lejos de un suicidio se trata de un femicidio.