El diputado de la campera amarilla comienza a perder la exclusividad en la carrera por ser el Bolsonaro argentino. Con la última resolución para flexibilizar el permiso de fuego a las Fuerzas Federales, el gobierno le arrebata el único eje de discusión que tenía hasta ahora: la mano dura con el delito.
Olmedo ya no está solo. Radicales, macristas y peronistas -entre los que se encuentra el propio gobernador de la provincia- salieron a bancar el decreto de fuego de Bullrich y Macri. Lo que parecía ser un discurso exclusivo de Olmedo y algunos pocos más, hoy es parte del debate nacional ingeniosamente inoculado por Jaime Durán Barba y compañía.
Ante la publicación del decreto, el diputado nacional por Salta no tuvo más que agradecer a través de un comunicado, a la ministra Patricia Bullrich. Según Olmedo, la ministra siguió sus indicaciones: “Agradezco que la ministra Bullrich me haya escuchado. Yo indiqué que el delincuente sea abatido, reducido” sostuvo.
El diputado de la campera amarilla, se encontraba en pleno raíd mediático cuando se enteró del decreto. Los medios lo requerían por sus declaraciones sobre «abatir» delincuentes. En uno de ellos llegó a confesar que abatiría hasta a su propio hijo. “Vengo insistiendo desde hace varios años en la necesidad de devolverle la autoridad a las Fuerzas de Seguridad. Así será cuando sea presidente de los argentinos”.
De esta forma, el gobierno pone en boca de toda la dirigencia política el debate sobre la inseguridad y polariza de lleno con el kirchnerismo. El camino de «ultra-derechización» que Olmedo venía transitando en soledad, se torna más concurrido y figuras de todo el arco político se hacen eco del tema.