Luego de 20 años de negociaciones se pactaron puntos de acuerdos entre el Mercosur y la Unión Europa. El proyecto plantea abrir el comercio Latinoamericano a nuevos mercados Europeos pero genera incertidumbre en las industrias Argentinas debido a la libertad comercial entre ambos bloques y las trabas que pueda generar en el desarrollo local. (Guadalupe Macedo)
El libre comercio planteado en el acuerdo bosqueja que las exportaciones no tributaran en el país al que llegan. Los países de Europa no van a cobrar impuestos a los productos argentinos y no pagaran impuestos los productos y servicios de la Unión Europea que lleguen al Mercosur, esta medida se propone poner en práctica de forma gradual y ya se señalan dificultades en el desarrollo de las industrias y pymes locales puesto que se dará flexibilidad al exportador, acortando costos y tiempos. En Argentina solo hay 9500 empresas exportadoras, mientras que este número lo dobla solo un país de la unión europea.
El acuerdo según el presidente Macri busca abrir el país al mundo: «es mentira lo de vivir con lo nuestro, solos no podemos. Ese fue un camino malo, que hizo mucho daño y dejó a más de un tercio de la sociedad excluida» afirmó en el evento de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas. Los principales puntos son: mejorar la calidad institucional, potenciar la competitividad de la economía Argentina, establecer plazos de desgravación arancelaria, en períodos de 10 y hasta 15 años en el Mercosur, favorecer la integración regional, y la creación de programas especiales que facilitan la integración de las pymes en cadenas globales de valor y promover la atracción de inversiones afirmó la Cancillería Argentina.
“El beneficio más directo que van a sentir los ciudadanos del Mercosur cuando se implemente el acuerdo es la baja en los precios de los productos importados y una multiplicación de opciones para sus compras» señaló la embajadora de la UE en Argentina Maio-Coliche en una entrevista para Infobae. Poniendo en riesgo a las industrias locales que no van a poder competir con los precios de empresas extranjeras que disponen de economías fuertes que pueden ofrecer productos a más bajos precios.
Las Pymes Salteñas serán afectadas ya que se elimina el arancel en sectores como la empresa textil, de zapatería, el sector de alimentos y la vitivinícola. A la vez se pondrán un tope de exportación a las materias primas del país.
La economía Argentina para potenciarse desde este acuerdo debe ser competitiva, por lo que se deben revisar formas y estatutos laborales que están vigentes de hace más de 40 años. Se necesita que el estado accione medidas para favorecer a las industrias locales para que puedan presentarse fuerte en el exterior. Mejorar la competitividad de Argentina significa tener menores costos de infraestructura, impuestos, aranceles para las empresas locales, que deben ser fomentadas por el estado nacional que hoy se encuentra restringido por las medidas requeridas por el FMI donde se busca que el gasto estatal sea el mínimo, dejando a la suerte a las empresas y Pymes.
Este acuerdo promueve la integración a un mercado de 800 millones de habitantes, aumentando las exportaciones y la participación de las empresas en cadenas globales, ofreciendo la posibilidad que las pequeñas y medianas empresas se integren al comercio internacional. Esto implica que las 322 empresas salteñas suscriptas en el Registro Nacional Pymes, deban adecuarse a los parámetros de competitividad de Europa, produciendo en un país con altos costos de producción. Si bien es positivo el poder adquirir insumos tecnológicos para la producción sin impuestos arancelarios (eliminación del 14 al 20% de aranceles de equipos tecnológicos), los altos costos de impuestos jugarían una traba para el progreso de las industrias locales. Luego se eliminaran progresivamente los impuestos a productos como el vino, el chocolate, bebidas, galletitas, durazno y gaseosas. Compitiendo con la industria local, principalmente con industrias de vino de la provincia.
Este acuerdo tiene contemplado mantener las denominaciones geográficas, por lo que en Europa se deberá preservar los nombre según la zona geográfica como por ejemplo “vinos de Mendoza o de Salta”. El Mercosur deberá respetar 357 denominaciones de origen europeas, como los “vinos de la Rioja”. Hay que tener en cuenta que existe un parecido con algunas denominaciones de ciudades en ambos continentes.
En el acuerdo de asociación estratégica MERCOSUR- UE establece “mecanismos de salvaguardias bilaterales que permiten suspender temporalmente las preferencias arancelarias o reducirlas en caso de amenaza o daño grave a un sector industrial; implementa un mecanismo de solución de controversias” pero el problema surge en el organismo que va a tomar el control, ya que en Argentina no existe instituciones que se encarguen de esta temática. En cambio en la Unión Europea presenta instituciones como el Consejo Europeo, la comisión o tribunales específicos que pueden actuar como mecanismos de salvaguardias. Esto genera una debilidad en el bloque del Mercosur ya que no cuenta con instituciones sólidas que puedan actuar a favor de los países integrantes.
Se prevé que este acuerdo sea puesto en marcha dentro de dos años. Ya que se requiere que el acuerdo termine de ser revisado por ambos bloques y posteriormente deberá ser debatido en el parlamento de cada país, decidiendo si se firmara el acuerdo o no. Teniendo en cuenta que será debatido con una nueva cámara, ya que asumirán nuevos legisladores electos en las próximas elecciones, existe una incertidumbre sobre el apoyo que tendrá en el congreso. Hay una polarización entre el frente “Juntos por el cambio” y el “frente Todos” donde hay posturas contrapuestas sobre los beneficios y los perjuicios del acuerdo. Todavía el acuerdo no está firmado y son muchos los sectores los que deben analizar las consecuencias que tendrán sobre ellos.