Nicolás Trotta reconoció públicamente que cerca de un millón de jóvenes abandonaron la escuela en 2020, récord absoluto en la historia de la Educación Argentina. Este hecho que se asocia directamente con la falta de clases presenciales. Pero algo que no podremos saber es el impacto que la pandemia causó en los alumnos que continúan estudiando, debido a que se decidió suspender las pruebas Aprender.

Este sería el segundo año consecutivo en el que no se evaluarán los conocimientos de los alumnos de las escuelas argentinas.

En su lugar, el Gobierno Nacional decidió realizar una prueba piloto con los alumnos del último año de primaria en 120 de las 22 mil escuelas primarias argentinas. Al margen de una encuesta a docentes, estudiantes y directivos que servirá como una evaluación integral del sistema educativo.

Aprender es una prueba estandarizada de Matemática y Lengua dirigida a todos los estudiantes que terminan la primaria y la secundaria. Es censal y se toma el mismo día, a la misma hora, en todas las instituciones educativas de la Argentina. La prueba se complementa con una muestra de Ciencias Naturales y Ciencias Sociales. Sus resultados se usan para seguir la evolución de los aprendizajes de los alumnos y para tomar decisiones de política educativa.

La última vez que estos exámenes se realizaron fue en octubre de 2019, bajo el gobierno de Mauricio Macri, impulsor de estas pruebas que generaron una gran resistencia en los gremios educativos.