Inversiones de película: el guion que nadie pidió.
¡Todo parecía perfecto! Un hombre, disfrazado de inversionista estrella, convenció a más de uno de que las criptomonedas eran la vía rápida al paraíso financiero. Claro, el único que terminó en el paraíso (o casi) fue él, con 45.765 dólares en su bolsillo.
El fiscal Gustavo Torres Rubelt, con guion en mano, dirigió la «escena cumbre» del allanamiento en la casa del protagonista. Allí se incautaron dispositivos electrónicos, documentos y –¡spoiler alert!– ningún rastro de las prometidas ganancias de la criptocomedia.
La película arrancó entre junio y agosto de 2024, cuando el acusado ofrecía «asesoramiento financiero». ¿Su especialidad? Hacer desaparecer dólares en lugar de multiplicarlos. Con promesas de rentabilidad que hoy suenan más a ciencia ficción que a economía, logró que su víctima entregara todo el dinero.
Las conversaciones de WhatsApp, dignas de un thriller, mostraron transferencias, reclamos y más promesas incumplidas. Un trabajo digno del «Oscar» al mejor estafador. Ahora, el sospechoso deberá enfrentar su audiencia de imputación por estafa, con el Código Penal Argentino como coprotagonista.
Moraleja: Si alguien te promete la fórmula mágica de las criptomonedas, revisa si tiene más conocimientos en economía que en guion cinematográfico.