El asesinato de Úrsula Bahillo fue perpetrado a horas de la tarde del lunes 8 de febrero. Recibió 30 puñaladas del policía Matías Ezequiel Martínez. Había sido denunciado 18 veces. Una joven fue herida mientras exigían justicia.

Ursula de 18 años ya había alertado al igual que muchas de las víctimas de femicidios que su vida corría un grave riesgo. Nada se hizo por parte de las instituciones estatales. La dejaron sola la policía y la justicia, como a cada una de las que perdemos.

La joven de 18 años e hija de un reconocido comerciante residía en la ciudad bonaerense de Rojas. Mantenía una relación amorosa con Matías Ezequiel Martínez, a quien había denunciado en reiteradas ocasiones por violencia de género. Asimismo, contaba con una restricción perimetral en su contra.

El asesino de 25 años se desempeñaba como oficial de la policía de la Provincia de Buenos Aires en dicha ciudad. Estaba con carpeta psiquiátrica desde septiembre del 2020. Por ende, no desempeñaba su cargo hace cinco meses.

Además de advertirle a sus amigas sobre lo que le ocurría, Bahillo había denunciado por violencia de género a Martínez en la Comisaría de la Mujer. Al enterarse de lo ocurrido, las amigas de la víctima compartieron en la redes sociales mensajes que ella les había enviado, donde relataba que había sido víctima de la violencia de Martínez durante 7 meses.

Durante el martes, amigos y familiares de la mujer convocaron a una protesta frente a la comisaría de la localidad de Rojas, donde las fuerzas de seguridad reprimieron y demoraron a nueve personas por resistencia a la autoridad. Una joven fue herida en el ojo por una bala de goma que salió desde la comisaría.