El ministro de seguridad reconoció que en varias dependencias policiales hacen cualquiera cosa menos lo que deberían hacer, en unas “trabajan bien, otras más o menos y otras mal”. Anunció, además, una serie de depuraciones para ver si limpia la imagen de esta fuerza.
La policía salteña está para atrás, no es algo que sea noticia. Incontables situaciones de abuso de poder, torturas, detenciones ilegales, gatillo fácil, etc. en los últimos años.
Tardó un poco en darse cuenta o es que andaba mirando para otro lado, lo cierto es que el ministro Cornejo D’Andrea no podía seguir defendiendo lo indefendible.
“Hay muchísimos casos en que los jefes de dependencias no debieran estar en el cargo” señaló para luego acotar que “tenemos que desterrar los pocos malos policías que le hacen mucho daño a la institución”.
Como señaláramos en una nota previa, el ministro de seguridad parece tener algunos problemas para poder comunicar a cabalidad la cantidad de efectivos que, cual pato del parque San Martín, a cada paso que dan se mandan una cagada.