A veces, solo a veces, el romerato practica el periodismo independiente. El resto de los días encara operaciones que en realidad persiguen objetivos políticos o económicos. La exposición de las debilidades del gobierno provincial del que dice ser socio, la operación en el área minera contra Posco SAU Argentina y, también, el rencor por la derrota en 2015 que Juan Romero sigue adjudicando a un fraude con el voto electrónico y que motivó esta semana una nueva campaña. Una selectiva objetividad periodística que lo sitúa en el fondo de la honestidad de la prensa.

N. de R.

Esta semana nos desayunamos con un intenso raid por medios afines del ex Secretario General de APOC (Asociación de Personal de Órganos de Control) y actual director del Ente Regulador de Juegos de Azar (ENREJA). Adrián Amén Di Gangi, tan pariente de los Romero como el ahora imputado por malversar ayuda social Emilio Fayón, mostró preocupación por una denuncia vinculada con un casino on line, imputándole a los concejales José García y “Lula” Arias tareas de promoción que entiende que están prohibidas.

Como caracteriza a una de las actividades más deleznables, el juego se mueve siempre a oscuras con favores dinerarios encubiertos. Es lamentable que el propio Estado, con la excusa de recaudar unos pesos que se roban los políticos, fomente la ludopatía. Peor es que encima quiera el monopolio para los que viven de la enfermedad de quienes no pueden evitar la tentación de cambiar su destino en lugares sombríos y que están condenados a perder hasta el último peso. No existen los que hagan fortunas con el azar, salvo los concesionarios de casinos y máquinas tragamonedas.

Amén dice que ENREJA interpuso una denuncia hace siete meses y que duerme en los cajones de una fiscalía. Sin embargo, no se encuentran rastros de alguna causa que involucre a los ediles. En realidad, todo se vincularía con una respuesta del romerato a los ataques que sufrió Bettina Romero la semana pasada en una sesión del Concejo Deliberante, en donde García acusó a la ex intendenta de cómplice político del robo de mercaderías y elementos destinados a la ayuda social.

“Técnicamente no voy a enumerar todo lo que había ahí en los galpones,  pero que no les pertenece y lo que hicieron los tilda de ladrones, en ratas, en delincuentes, sinvergüenzas” dijo García según el medio Defrentesalta.com.ar. Meses antes también se metió con el juego, y luego apareció Amén.

El romerato sigue un patrón de conducta muy definido, y es el ejercicio de la represalia utilizando la radio y el diario de la familia, más el anexo en que se ha convertido FM Infinito, funcionarios, periodistas y medios radiales que coinciden en las operaciones.

Ludopatía funcional

Los intereses del romerato en el juego se remontan a cuando su líder fuera gobernador de Salta. En el 2000 decidió privatizar el juego de azar y otorgó la licencia exclusiva y excluyente a Entretenimiento del Juego de Azar Sociedad Anónima (ENJASA), sociedad que pagaba por la explotación un canon anual fijo y pesificado. 

En ese año le cedió a su consuegro Ricardo Glazman la concesión de las máquinas tragamonedas del shopping Alto Noa, quien luego se convertiría en su consuegro. Obtuvo notoriedad con el casino Oasis, en Buenos Aires, y se lo señala como testaferro del ex presidente, Carlos Saúl Menem, quien en 2003 tuvo como compañero de fórmula presidencial a Juan Romero. Su hijo Nicolás Glazman es esposo de Lucía Romero, hija del senador nacional salteño.

En abril de 2022, con la firma del Vicegobernador Antonio Marocco, por los decretos 250, 251, 252 y 253 se benefició a New Star SRL de Eduardo Guillermo Curia Puig, Tecno Acción Salta S.A. de Cristobal López, Gammalink S.A y New Gaming SRL. Estas empresas capitalizan la concesión de los juegos de azar de Salta, entre casinos y loterías.

Nuevo Diario de Salta puso en evidencia que el uruguayo Roberto Guillermo Siegfried, ex presidente de ENJASA entre 2000 y 2007 denunció ante la justicia federal un supuesto contrato por cinco millones de dólares entre ENJASA y Romar Inversiones S.A., empresa que tenía como accionistas principales a Rodrigo Cátulo Marcuzzi y Juan Esteban Romero, sobrino e hijo del ex gobernador.

Como consecuencia de la trifulca entre Juan Urtubey y Juan Romero, se rescindió el contrato de concesión con el grupo GBH Casinos Austria, con intereses amistosos con el romerato. Se invocaron como causas multas y sumarios abiertos que derivaron en la decisión que tomó ENREJA invocando la violación de normas antiblanqueo. El juicio que interpuso este grupo empresarial ante el CIADI culminó con una condena por miles de millones (4.500 calculados a fines de 2019) que debe pagar la Provincia de Salta. 

Desde la salida de Urtubey los intereses de casinos y máquinas tragamonedas se pierden en una maraña de intereses sobre los que arbitra a discreción el senador nacional.

Alfil de madera

Adrián Amén manejó durante muchos años el gremio con menor credibilidad de todos, considerando que no existe órgano de control que funcione o que detecte algún hecho de corrupción en Salta. Por el contrario, hoy parece estar en el apogeo de la contradicción considerando que de ser empleado supuestamente rebelde y defensor de los trabajadores ha pasado, sin escalas, a director del ENREJA, organismo oscuro en donde el romerato ha concentrado parte de intereses familiares.

Es Amén el que ha pretendido mostrar como una mejoría para Salta que se renovaran las últimas concesiones –a los mismos amigos del romerato- a cambio de que en esos lugares se venda bebida o comida. Lo ha considerado un aporte para el turismo de Salta, cuando no podría calificarse sino como la dulce prebenda para que el apostador entregue lo que tiene. 

Lo que oculta es enorme, puesto que en los casinos y casas de juegos se alienta el préstamo clandestino de dinero para los adictos, que son sometidos a tasas usurarias y que, de no cumplir con sus compromisos, son apretados hasta en sus domicilios. La prostitución también ronda esos lugares sin que ningún funcionario de ENREJA diga nada.

La esposa de Amén es Ana Verónica Díaz Galvez ocupa un lugar en la cúpula del Tribunal de Cuentas Municipal. Versátil como su pareja, es planta permanente del Ministerio de Infraestructura que encabeza Sergio Camacho. Fue durante el urtubeysmo síndico titular de la desprestigiada empresa Aguas del Norte –donde las sospechas crecen-. En el saencismo fue Secretaria General del Tren a las Nubes. En el órgano de control municipal fue designada a propuesta de Bettina Romero, y es una de las que defiende, aunque no debiera, a la ex intendenta de las múltiples acusaciones que están apareciendo en ese organismo por contrataciones sospechosas y hasta por el sonado caso de la ayuda social malversada aparentemente por Silvia Varg de Nioi, Aroldo Tonini y Emilio Fayón, entre otros.

Tregua

De todas maneras, luego de una reunión donde participaron otros actores del gobierno, el directorio de ENREJA dio marcha atrás y desautorizó a Amen con un comunicado en el que dejó en claro que no dirigió formalmente ninguna acusación contra García o Arias. Todo era demasiado burdo para responder a una protesta de los ediles. Pero como ha ocurrido con los otros casos, el daño está hecho. El romerato prefiere siempre pedir disculpas, antes que abstenerse de difamar. Son las costumbres que sobreviven en un clan en el que la prepotencia del poder y del dinero son la base y justificación de todo. Si así actúan en tiempos de paz, nadie imagina lo que vendrá el año que viene cuando Juan Romero, que quiere ser re-re-reelecto en el Senado de Nación, lo juegue todo.