Pese a que el gobernador Gustavo Sáenz insiste con que la educación es premisa de su gestión, los encuentros deportivos infantiles y juveniles se disputan en días de clases, incentivando el ausentismo a la escuela

Por Toki Oliver Colombres.

“Señorita maestra: Quería informarle que mi hijo no asistirá el miércoles a clases porque debe jugar un partido de la Liga Salteña de Fútbol y, como sabe, el fútbol está antes que la escuela”.

La nota, ficticia hasta cierto punto, será enviada por algunos padres a los docentes de sus hijos, jugadores de clubes afiliados a la Liga Salteña de Fútbol que decidió que algunos partidos se disputen los días de clases. En las últimas dos semanas, esto ya sucedió en dos oportunidades y volverá a ocurrir este miércoles.

En el primero de los casos, un club adherente a la LSF alquiló el predio de la Liga en el Bicentenario y las canchas auxiliares del Estadio Martearena (cuya administración depende del Gobierno de la Provincia) los días 16, 17 y 18 de septiembre para la realización de un torneo del que participaron más de 6.000 niños que el viernes faltaron a la escuela.

Una semana más tarde, y por un encuentro de selectivos de Ligas de Salta, se reprogramaron partidos para ser jugados un miércoles y sólo dos días después, volvieron a reprogramarse partidos del “Torneo Copa Municipalidad de Salta” para un día de clases por el viaje del club de la secretaria de la LSF, Blanca Chacon Dorr.

Al ser consultado sobre el avance de un deporte en detrimento de la educación de los niños, el presidente de la LSF, Sergio Chibán, negó rotundamente que desde el organismo propicien la falta a clases y aseguró que cuentan con el aval de los clubes. Además, explicó que por resolución interna apoyan los viajes de los clubes a otras provincias para favorecer la competencia y que esas fechas son reprogramadas al final, pero este año por el Mundial de Fútbol que se jugará en Qatar desde el 20 de noviembre, deben terminar el torneo antes de su inicio, por lo que sólo les queda la opción de jugar días de clases.

“En el caso del Torneo organizado por un socio adherente a la LSF, teniendo en cuenta que participa activamente del campeonato que organizamos los domingos, y a manera de excepción y como premio por su compromiso, se le alquiló el predio”, afirmó Chibán.

Menos educación

Mientras el gobernador Gustavo Sáenz analiza extender la jornada de clases a fin de revertir el pobre resultado obtenido por los alumnos salteños en las pruebas Pisa y Aprender y repite que “la educación es, fue y será premisa de este Gobierno”, desde el seno de su misma gestión parecen ir a contramano.

El mes pasado, el dirigente del Pro Salta, Martín Grande, denunció que “septiembre tiene 22 días hábiles y los chicos salteños sólo van a ir a la escuela 12. En la ciudad de Buenos Aires buscan recuperar los días perdidos. ¿qué estamos esperando en Salta?”. El silencio del ministro de Educación Matías Cánepa fue ensordecedor.

Al día siguiente de la Procesión del Milagro, y tras cuatro jornadas sin clases, la respuesta llegó de la mano del Ministerio de Turismo y Deportes de Salta, con el alquiler de las canchas del estadio Martearena para la realización de un torneo de fútbol infantil que implicó que miles de niños faltaran a la escuela.

“Estoy de acuerdo con el Gobernador en que la educación es primordial, pero nosotros nos movemos en el área del deporte. Estas son decisiones excepcionales y tratamos de respetar las clases de los chicos, pero a veces debemos recurrir a lo que tenemos a mano y estas disposiciones fueron tomadas con el aval de los clubes”, puntualizó Chibán, quien además de presidir la LSF es el Secretario de Deportes de Salta.

En definitiva, mientras el gobernador Gustavo Sáenz repite como un mantra que “la educación es una premisa de su gestión”, resulta evidente que la realidad va por otro lado y que en Salta, el fútbol mata educación.