El exministro de Economía y actual Diputado Nacional niega su filiación camporista al igual que otros tantos aspectos de su pasado y presente. Los lazos con ex funcionarios del romerato, las gestiones en favor de la actual intendenta capitalina. El negocio que lo une a la familia Urtubey y al bicampeón del Dakar, Kevin Benavides. ¿Quién es realmente Emiliano Estrada?

La idea era que la noticia convulsionara el arco político salteño, que los medios detuvieran las rotativas para darles la primera plana, que el gobierno provincial asumiera que ahora sí tendría un contrincante en serio…pero como ya se conocían datos de los acercamientos, de los encuentros furtivos, de los asados compartidos, de las tertulias del club 20, la sorpresa no fue la esperada. Y para la mayoría, el anuncio de esa “nueva mayoría superadora de la grieta, centrada en las coincidencias y no en las diferencias”, según los Wikipedia de los principales referentes del espacio, no fue más que la juntada, o mejor dicho, un sicodélico rejunte con fines exclusivamente electorales.

 Cuando se mira quienes son los principales personajes de este encuentro, puede observarse que son aquellos que integraron el podio en las últimas elecciones de diputados nacionales. Así encontramos que Emiliano Estrada, Carlos Zapata y Felipe Biella son las tres principales cabezas de la aparente nueva coalición, que con el nombre de “Avancemos” hizo su presentación en sociedad hace unos días. Y aunque ninguno de los tres quiere hablar de candidaturas, las conjeturas hacen que se presuma como van a dirimirse las mismas.

Así, para la ciudad capital de los salteños, casi se descarta que el aspirante al sillón hoy ocupado por Betina Romero, será el ingeniero, magister, doctor y poseedor de varios otros títulos más, Felipe Biella. 

Integrante de la conocida familia del apellido inmobiliario, Felipe siempre fue el “perfil bajo” de los hermanos y su única relación con la política, además de su ya comentada candidatura a Diputado Nacional en el 2021, fue cobrar un sueldo de secretario del bloque (¿) integrado solamente por su pluripartidario hermano Bernardo en la Cámara de Diputados de la Nación, cuando éste ocupó una banca durante el período 2011-2015. Si bien hoy preside el partido Salta Independiente, son muchos los que afirman que el verdadero manejador de las cuestiones partidarias desde las sombras, es su hermano Juan Martín, conocido por su activa participación en las diferentes organizaciones que nuclean a inmobiliarias, corredores y martilleros en la provincia. 

Para la candidatura mayor, se dice que la misma será resuelta en una elección interna entre Carlos Zapata y Emiliano Estrada, al parecer primero y segundo integrarán la fórmula que se jugará con la aventurada misión de arrebatar el bastón de gobernador a Gustavo Sáenz.

Zapata, contador público de profesión, viene haciendo una carrera política “desde abajo”, pues ya fue concejal, diputado provincial y actualmente diputado nacional. Precisamente, desde este cargo es donde se observan las mayores diferencias con su posible compañero de fórmula, pues son mayoría las veces en que Zapata y Estrada votaron en forma contraria durante las sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación. Seguramente, el acuerdo del gobierno con el FMI sea el elemento más distintivo de lo recién afirmado, puesto que Carlos Zapata apoyó con su voto dicho compromiso y Emiliano Estrada fue consecuente con su, hasta ese momento, pertenencia al conocido y nunca bien ponderado espacio político denominado “La Cámpora”, dando su voto no positivo. Y ésta resulta también otra diferencia que se marca entre los diputados nacionales, ya que Zapata, de la mano de sus referentes y jefes políticos, Juan Romero y Alfredo Olmedo, era considerado uno de los alfiles en la instalación de la candidatura presidencial de Horacio Rodríguez Larreta en la provincia, aunque últimamente había mostrado mucha cercanía con el siempre despeinado Javier Milei, a quien acompañó con su firma en varios proyectos presentados por el diputado liberal, por ejemplo, el proyecto de ley que pretende derogar la ley de Emergencia Territorial Indígena.

Finalmente, la tercera pata en esta bolsa (de gatos), es la de Emiliano Estrada, más conocido como “el Emi” para los amigos.

Legislador Nacional desde 2021 por el frente conformado por el Saencismo peronista, el casi extinguido PJ y el Frente de Todos, además de otros espacios menores,  Estrada fue el candidato impuesto por el todavía Ministro Wado de Pedro con el objeto de asegurar la presencia de un kirchnerista puro en la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.

Descendiente de una familia de contadores, Emiliano es hijo del actual vocal del Tribunal de Cuentas de la Municipalidad de Salta, Rafael Segundo Estrada, más conocido como “el Nene”, quien integra dicho organismo desde el año 2.018, a propuesta del actual gobernador, cuando éste ejercía la intendencia de la ciudad capital de los salteños. Con un amplio pasado en el romerato, tanto con Don Roberto como con Juan, el Nene Estrada ocupó variados cargos en la administración pública provincial hasta el presente, que lo encuentra con licencia por cuestiones de salud y próximo a jubilarse. Y es por esta razón, la de hacerse merecedor de los aportes realizados durante tanto tiempo  a ANSES y al PAMI, que aún se mantiene en el cargo, a pedido del hijo Diputado, quien ha realizado numerosas diligencias en ámbitos nacionales, en favor de la gestión de la bicisendista Betina Romero.

Por la parte materna, Emiliano es primo hermano de Fernando “Flaco” Yarade, otrora hombre fuerte del Romerato y del Urtubeycismo, quien lo ubicara como ministro de Economía durante los últimos años del gobierno del hoy reaparecido Juan Urtubey.

Emiliano partió muy joven de nuestra provincia, para estudiar en la UBA, donde se recibió de Licenciado en Economía. En compañía de su hermano Ezequiel, quien seguiría su camino, pero en los claustros de la Universidad Católica Argentina, los jóvenes Estrada alternaron sus estudios con el trabajo que las relaciones políticas de su padre les supieron conseguir en la Cámara de Diputados, como empleados del entonces Diputado Nacional Pablo Kosiner. Es allí donde Emiliano empezó a acercarse a distintos personajes de la política nacional, en una actitud casi cholula, intentando mostrar sus dotes de economista y estudioso de la realidad. Recorredor de despachos, de actos y encuentros partidarios de distinto signo, es en la agrupación La Cámpora donde Emiliano encontró su espacio de “militancia” y participación y que le valiera, con el tiempo, la posición de diputado que hoy ocupa.  Pero es solo en el ámbito nacional donde el Emi ha mostrado ese discurso “progre” que caracteriza a los militantes de la agrupación comandada por Máximo Kirchner. 

Ministro de economía de Juan Urtubey, fue acompañado en la gestión por otro muchas veces cuestionado funcionario, el autodefinido “Duraznito” (por la cumbia de los pibes chorros), Freddy Petrón, quien ejercía las veces de coordinador del ministerio y con quien ha llevado a cabo, cursos de emprendurismo en el ámbito provincial. “Duraznito” Petrón, junto al empresario del turismo y alquilador de autos Bernardo Racedo Aragón, son parte importante de  todo armado en el que se presente Emiliano Estrada, tanto en los temas políticos como en los relacionados con la actividad privada. 

Quizás fue su paso por la gestión urtubeycista lo que le permitió acentuar sus lazos con la familia del ex gobernador. Y es así que junto a su hermano Ezequiel -hoy viviendo en Londres-, Nicolás Urtubey y el bicampeón del Dakar, Kevin Benavidez, crearon una Fintech -empresas financieras basadas en el entorno digital- denominada PONCHO CAPITAL, una plataforma al estilo de Ualá, con la que ofrecen asesoramiento financiero e inversiones en Fondos Comunes, Criptomonedas, acciones, dólar MEP, entre otras.  Una muestra más que el discurso “progresista” no es todo en la vida de Emiliano.

Dueño de una vida ordenada, el Emi no fue ni es un chico de salidas nocturnas, como tampoco de muchos amigos del barrio. Tampoco es el yerno que todas las mamás desearían, como pretende mostrarse.  Dicen que es dueño de una soberbia a veces insoportable, de una voraz apetencia por los cargos públicos y de una cuestionable y desmedida genuflexión cuando la circunstancia así lo amerita. Tal vez su paso por el Bachillerato Humanista es lo que lo acercó a muchos socios del club 20, donde le gusta almorzar cuando se encuentra en Salta.  Es allí donde empezó a tejerse esta extraña alianza, en la que se combinan los más variados logos, colores y sellos partidarios: Una alianza meramente electoral, oportunista, formada por nombres más que por ideas y afinidades, a los que no los une el amor, pero tampoco el espanto, como pensara Borges. El gran Jorge Luis también escribió que «Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos, porque uno termina pareciéndose a ellos”.