El diálogo, al que había convocado la intendenta Bettina Romero incluyó detenciones. Hoy, cuando delegados de los manteros fueron al CCM a reunirse con Santiago Lynch se encontraron con efectivos de la policía, que los detuvieron, por una denuncia realizada por la misma municipalidad.

Después de la protesta de ayer en el Centro Cívico Municipal, hubo varias reacciones. La intendenta, Bettina Romero, jugó su rol de víctima, criticó a quienes pedían por trabajo y comida y después llamó a un diálogo.

“Nunca la violencia es el camino. Las protestas son un derecho, pero tienen un límite en el respeto al otro. Encerrarnos con violencia durante cuatro horas. Prohibiendo la libre circulación de los vecinos y trabajadores de #Salta no soluciona los desafíos que vivimos los argentino”, dijo.

El diálogo, al que había convocado la jefa comunal era una mentira. Peor: era una trampa: porque hoy, cuando delegados de los manteros fueron al CCM a reunirse con Santiago Lynch se encontraron con efectivos de la policía, que los detuvieron, por una denuncia realizada por la misma municipalidad.

La emboscada perfecta.
Obviamente no hubo diálogo. Ni lo habrá. Ahora, hay que esperar a que los manteros canten retruco.

Bettina en campaña decía que el problema de los manteros los resolvía con ferias que tengan sombra para las señoras y los más chiquitos. La realidad siempre se encarga de mostrar lo ingenuo que uno es.