El Observatorio Astronómico que recientemente abrió nuevamente sus puertas al público lleva el nombre del profesor emérito de la Casa de estudios. Docentes e investigadores que siguen reconstruyendo su historia.

Por Andrea Sztychmasjter

En medio del paro universitario nacional de 48 hs se realizó una charla y observación en el Observatorio de la UNSa, con investigadores del INENCO y profesores de la Facultad de Ciencias Exactas: “Si suspendemos, perdemos la oportunidad de apuntar a la luna, los tiempos astronómicos son los que mandan”, responde el director del Observatorio, Hugo Sebastián Zerpa, al ser consultado por si seguía en marcha la actividad.

 

“Este mes de junio de 2024, se producirá una de estas fases esenciales de la Luna que han fascinado a la humanidad, el cuarto creciente, ofreciendo una oportunidad perfecta para observar y aprender sobre este fenómeno celeste”, señalan las informaciones sobre cómo está la luna por estos días.

 

Entonces lo del profesor Zerpa toma amplitud y ante una cúpula universitaria colmada de profesores, niñes e investigadores se lleva a cabo la observación con el telescopio que es uno de los más grandes del noroeste argentino, un reflector newtonano que tiene una abertura de 50 centímetros y una distancia focal de 2700 milímetros.

Ella, la luna, se muestra iluminada con un cielo despejado y azul, del otro lado, afirmara Zerpa se puede apreciar una estrella brillante bifasica conocida como centauro de orion.

El empuje y entusiasmo de profesores como Zerpa, en tiempos donde las universidades reciben los embistes de recortes presupuestarios, es admirable. Gracias a él y un equipo de profesionales de la Universidad pública de Salta se logró que recién el año pasado el Observatorio de la UNSa se formalice institucionalmente, y lleve el nombre de su alma mater, pese a que la creación del mismo inició en la década de los 80.

Así a través del departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas, mediante una reunión plenaria se aprobó en 2023 la creación del Observatorio Astronómico denominado “Dr. Elvio Alanís”, y su respectivo reglamento. “La culminación de este proyecto tuvo lugar el 29 de agosto de 1988, día en que se realizó la inauguración de la cúpula del Observatorio. Desde entonces la cúpula se convirtió en parte de identidad arquitectónica de nuestra Universidad. En la correspondencia con investigadores de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP), se muestra el asombro de tal grupo por el bajo costo con el que se realizó la cúpula, esto habla del ingenio, compromiso y empeño del Lic. ALANIS y el grupo de colaboradores en la concreción del proyecto”, señalan en la resolución.

Por qué Astronomía

El profesor Alanis fue consultado por su motivación hacia la astronomía, ésta fue su respuesta: “Dejando de lado mis experiencias desde la niñez hasta mi época universitaria, podríamos decir que el hecho de cursar mi licenciatura en física en una institución, IMAF, que por aquella época (1962) tenía su sede en el Observatorio Astronómico de Córdoba, fue decisiva para iniciar mi relación con esta ciencia hermana. Allí, en un curso curricular de Taller, tallé un espejo para telescopio de 22 cm de diámetro.
ocho años después, 1971, comencé una nueva vida universitaria en Salta. En una ciudad más pequeña, a una mayor altura y con paisajes serranos de gran altura, el cielo nocturno presentaba magníficas y atrayentes imágenes de la bóveda celeste que incentivaron mi vocación por la observación astronómica y la búsqueda de recursos para captar esas imágenes tanto visual como fotográficamente”.

Los inicios en la UNSa

A través de las investigaciones realizadas por Zerpa y Noelia Bugiolachio, filósofa, egresada de la Facultad de Humanidades, se fueron reconstruyendo los principales hitos del observatorio que se remontan a los inicios del período democrático.

Corría el año 1985 cuando inicia sus actividades la Asociación Salteña de Astronomía (ASA), siendo Elvio Alanis el primer presidente. En ese mismo año junto con un grupo de docentes de Física y el Instituto de Educación Media (IEM) se reúnen con el deseo de en un primer momento construir un planetario en la ciudad de Salta.

Según relató Alanis en ese tiempo se encontraba en agenda el paso del cometa Halley, conocido por su aparición cada 75 o 76 años, hizo su última máxima aproximación a la Tierra en 1986, momento en el cual fue visible a simple vista, y fue el periodista boliviano Eduardo Wilde, quien había llegado entusiasmado porque había visitado un planetario, una especie de carpa inflable, redonda, donde proyectaban el cielo y quería hacer uno en Salta.

El acta N1 de ASA, además refleja los nombres de la Licenciada María de Sastre y el doctor Guillermo van Ellenrieder. El profesor Alanis sumará el nombre del señor Albino, de obras y servicios que ayudó en la construcción de la cúpula. Inicialmente se empezó la construcción en el aula redonda de la Facultad de Salud, para finalmente terminar en donde actualmente se encuentra, el edificio central de biblioteca y rectorado.

La idea, cuenta el profesor, era realizar una cúpula desarmable, posteriormente se vieron remachando los tímpanos y las costillas de lo que es hoy la cúpula que resguarda el telescopio, una cúpula hemisférica, ocupando sus horas extras no pagas en un proyecto que quedaría para las generaciones futuras y una muestra palpable del desarrollo científico y de la vocación de servicio de docentes puesta al alcance de la sociedad.

“Pero si esto da la impresión de que la tarea está cumplida, nosotros tenemos la certeza de que hay conciencia. Este es quizás el punto de partida de una tarea de la cual no se vislumbra el final y que contendrá sucesivamente otros puntos de partida”, se lee en un fragmento del Acta inaugural del Observatorio con puño y letra del propio Alanis.

*Elvio Edgardo Alanis es Licenciado en Física de la Universidad Nacional de Córdoba. En Salta fue profesor de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNSa y Presidente del Consejo de Investigación período 2004-2007. Hoy profesor emérito. Fue coordinador de diversos cursos sobre astronomía en la casa de altos estudios como por ejemplo “El cielo como laboratorio de física”. Se dedicó a la formación de discípulos y grupos de trabajo, realizó publicaciones nacionales e internacionales, y Charlas y conferencias sobre Astronomía en distintos ámbitos. Es Coautor del libro “Construcción de un telescopio reflector y su cúpula de abrigo (Memorias de una construcción amateur)”.