Elecciones en la Suprema Corte: Una salteña en la mira

El nombre de una camarista salteña volvió a sonar esta semana en los medios del círculo rojo como candidata a uno de los máximos cargos de la justicia federal. En caso de que no prosperen las postulaciones de Lijo y García Mansilla es una de las que encabeza la lista de reemplazantes ¿Quién es Mariana Catalano y por qué el entorno de Cúneo Libarona se toma en serio su candidatura? 

Kim Im Porta

El gobierno de Javier Milei se juega una partida clave en una pata no muy aceitada de su plan de gobernabilidad. Por estas horas los alfiles judiciales del ejecutivo, Mariano Cúneo Libarona y su segundo Sebastián Amerio, evalúan estrategias ante la necesidad de ampliar la influencia libertaria en tribunales. La danza de nombres culminó con la confirmación del envío al senado de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla. Pero aún con esa definición, cobró fuerza esta semana el nombre de una salteña.

En marzo fueron dos las editoriales de ensayistas de “la corpo” que barajaron el nombre de Mariana Inés Catalano como postulante a uno de los máximos cargos judiciales. Esta semana, en medio de rumores sobre un virtual adelantamiento de la elección de autoridades de la Corte, volvieron las menciones.

En su editorial, el periodista Carlos Pagni, deslizó que la camarista salteña -a la que vinculó políticamente con Ricardo Lorenzetti- podría irrumpir en la dupla de candidatos Lijo-García Mansilla, nombres que resuenan desde comienzos de año. De hacerlo, lo haría en reemplazo del segundo. Claro que para eso requerirá, además del apoyo de dos tercios del senado, el visto bueno de los armadores judiciales del ejecutivo.

Entre demoras, abstenciones, distracciones y revisión de candidaturas, hay 143 ternas de cargos judiciales que deben ser resueltos por el Poder Ejecutivo. Para Pagni, quien porta la lapicera no es precisamente Cúneo Libarona, sino Amerio, un subordinado a Santiago Caputo. “De todas las vacantes que hay en la Justicia hoy, la mitad están sobre el escritorio de Amerio”, detalló en su editorial.

Además, está vacante la Procuración General de la Nación, quien funciona como jefe de los fiscales. En un sistema como el acusatorio que le quita peso al juez y le asigna la función principal al fiscal, el Procurador General de la Nación se convierte en un jefe de la SIDE por cuatro. Lo tiene que designar también el Gobierno, a través de la obtención de dos tercios de los votos en el Senado. Hay varios candidatos, pero el más aventajado es un camarista de Casación, Mariano Bornisky.

En ese contexto aparecieron nuevamente las candidaturas de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla. Tanto Santiago Caputo como Sebastian Amerio, hasta la semana pasada, decían a los senadores “o son los dos o no es ninguno”. De allí que resulte muy difícil que García-Mansilla logre dos tercios de los presentes en el Senado. Pero los amigos de Lijo, sobre todo Ricardo Lorenzetti, piensa que esa regla podría modificarse. Esto es, sacar a García-Mansilla y poner a una mujer. Es allí donde cobra fuerza la figura de Mariana Catalano, una magistrada de dilatada experiencia en el fuero federal y con aspiraciones más allá de los límites provinciales.

Trayectoria

Mariana Inés Catalano, es abogada y jueza de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta. Es doctora en Derecho por la Universidad de Buenos Aires (UBA), Especialista en Derecho y Economía Ambiental por la Universidad del Salvador (Argentina) y la Universidad Carlos III de Madrid (España). También es mediadora del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

Actualmente, integra la Asociación Argentina de Justicia Constitucional (AAJC), la Asociación de Jueces Federales (AJUFE) y la Asociación de Mujeres Jueces (AMJA). Además, es conferencista y docente de posgrado en universidades, instituciones y centros de estudios de Argentina.

Es autora de diversos artículos para revistas jurídicas especializadas, portales profesionales y medios de comunicación, entre ellos los del grupo Clarín. También es autora y coordinadora de diversas obras jurídicas vinculadas al derecho constitucional, procesal penal y ambiental.

Entre sus publicaciones, se encuentra el libro “Control de constitucionalidad y procesos colectivos” y “Protección penal del ambiente y del patrimonio cultural”, un libro que escribió junto a Mariano Borinsky.

La Procuración, otra incógnita

En marzo de este año, el nombre de la camarista salteña había sido mencionado, pero como postulante a jefa de los fiscales. Por entonces, aseguraba el periodista Nicolás Wiñazki, había al menos dos candidatos a ocupar el cargo de Procurador General de la Nación. Uno de ellos era el juez de la Cámara Federal de Casación, Mariano Borinsky, ex fiscal general ante los Tribunales Orales en lo Penal Económico, ex titular de la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos Tributarios y Contrabando. “La otra candidata en estudio para ser titular de la PGN es la jueza de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, Mariana Catalano”, aseguró el periodista.

Días después, el mismo medio nacional, volvió a mencionar a Catalano, pero ya no como posible titular de la Procuración General de la Nación, sino como una integrante de la Corte Suprema. Esto podría deberse a las pocas chances que Lijo o García Mansilla tendrían de llegar juntos al más alto tribunal de justicia nacional, pues la oposición y otras instituciones afines a la justicia, hicieron sentir el reclamo de la ausencia de una mujer en la Corte Suprema.

Fue así que el gobierno barajó algunos nombres para cumplir con el reclamo, aunque tampoco postuló a Catalano como la principal candidata, sino como segunda, detrás de la jueza Susana Medina, del fuero laboral de la provincia de Entre Ríos, quien aparece como favorita por su estrecha relación con Karina Milei, hermana de presidente.

Las opciones, entonces, quedarían con el jurista Mansilla García y la jueza Medina como candidatos principales para la Corte Nacional. Ambos gozan del total apoyo de los hermanos Milei. Lijo, con el patrocinio del juez Ricardo Lorenzetti, podría terminar al frente de la Procuración General. De no ser así, las chances de Borinsky y Catalano crecerían.

Pliegos listos

Ariel lijo y Manuel García Mansilla deberán acudir al Congreso el 21 y 28 de agosto para las audiencias públicas con el fin de avanzar con ambas candidaturas. Por decisión del gobierno, se postergó el plan inicial que preveía ambas instancias para el 12 y el 16.

La acción se da en medio de fuertes rumores, ninguno confirmado, de un posible intento por parte del Gobierno de ampliar el número del máximo tribunal. En la misma línea, las dudas también marchan por el futuro de Lijo y García Mansilla.

El pliego de Lijo parece el más encaminado a unir la grieta entre el kirchnerismo, los opositores dialoguistas y el propio oficialismo. Su candidatura obtuvo más de diez veces las adhesiones que la cantidad de impugnaciones que recibió: sumó 3.578 respaldos y 328 rechazos, de acuerdo con un informe que difundió el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.

Por su parte, García-Mansilla, de 53 años, comenzó a ejercer la abogacía en 1996, luego de graduarse en la Universidad Austral. Desde 2010 trabaja en el estudio jurídico de Horacio Liendo (h), mano derecha del exministro de Economía Domingo Cavallo durante la convertibilidad e hijo del titular del Ministerio de Trabajo (1976-1979) y del Ministerio del Interior (1981) durante la última dictadura cívico militar.