Juan Carlos Romero fue el único que se abstuvo de votar.

El Senado de la Nación votó este jueves la expulsión de Edgardo Kueider, senador por Entre Ríos, tras su detención en Paraguay, donde se le encontraron millonarias sumas de dinero al intentar cruzar la frontera. Con 60 votos a favor, seis en contra y una abstención, el exlegislador fue apartado de su cargo en una sesión marcada por fuertes tensiones políticas.

Kueider, quien se encuentra actualmente bajo prisión domiciliaria en un complejo de lujo en Paraguay tras pagar 300 mil dólares, envió una solicitud de licencia al Senado mientras la jueza Sandra Arroyo Salgado avanzó con allanamientos en sus propiedades en Argentina.

Amplia mayoría para la expulsión

Entre los 60 senadores que votaron a favor de la remoción de Kueider, destacaron figuras como Luis Juez, Guadalupe Tagliaferri, Eduardo Vischi y Anabel Fernández Sagasti. Sin embargo, no todos los bloques tuvieron posturas unificadas. Por ejemplo, en el PRO, mientras Juez lideró el apoyo a la expulsión, otros miembros como Alfredo De Ángeli y Andrea Cristina votaron en contra, siguiendo órdenes contradictorias de la conducción partidaria.

La única abstención fue del salteño Juan Carlos Romero, quien explicó: “Esta expulsión no contribuye en lo más mínimo. Nadie aquí pretende salvar a Kueider, que es insalvable”.

Crisis interna en el PRO

La jornada también dejó expuesta la desorganización dentro del bloque macrista. Durante un cuarto intermedio, un comunicado de la Mesa Ejecutiva del PRO, encabezada por Mauricio Macri, propuso cambiar la expulsión por una suspensión con desafuero. Esta maniobra buscaba evitar que la banca de Kueider pasara a manos del kirchnerismo, representado por Stefanía Cora. Sin embargo, la falta de consenso y el cambio de postura del oficialismo hacia la expulsión dejaron al PRO dividido y debilitado.

En medio de tensos cruces y acusaciones, algunos legisladores macristas, como Beatriz Ávila y Victoria Huala, apoyaron la remoción, mientras que otros, alineados con la estrategia de Bullrich y Macri, votaron en contra. Este desorden interno generó fuertes enfrentamientos entre legisladores, incluso con amenazas de confrontación física.

Implicancias políticas

La expulsión de Kueider, además de ser un golpe político para el PRO, refuerza la influencia del kirchnerismo en el Senado. La maniobra del oficialismo para asegurar la banca de Cora fue exitosa, dejando a la oposición con la tarea de recomponer alianzas y estrategias de cara a futuros debates.

En tanto, el caso judicial contra Kueider sigue su curso. La jueza Arroyo Salgado ya solicitó su extradición para que enfrente cargos en Argentina, mientras persisten las investigaciones sobre su patrimonio y posibles vinculaciones con actividades ilícitas.

La expulsión de Kueider marca un precedente en la Cámara alta y evidencia las profundas fracturas en los bloques políticos. Queda por verse cómo esta decisión repercutirá en la dinámica legislativa y en el panorama político nacional.