Después de haber protagonizado la que para muchos fue la peor gestión del Ministerio de Derechos Humanos, Marianela Cansino continúa en el gobierno de la provincia. Pasó a Educación y se desempeñará como Coordinadora de Calidad e Innovación. (F.A.)

La exministra de Derechos Humanos, Marianela Cansino, es la nueva coordinadora de Calidad e Innovación del Ministerio de Educación, bajo las órdenes de Roberto Dib Ashur.

Cansino continúa formando parte del gobierno de la provincia a pesar de que su desempeño al frente de Derechos Humanos fue duramente criticado, al punto que esa cartera dejó de existir y fue absorbida por el Ministerio de Justicia que lidera Pamela Calletti.

Si bien el Boletín Oficial aún no publicó la designación, los partes de prensa del gobierno ya mencionan a Cansino en su nuevo cargo. En las últimas horas se difundieron las primeras imágenes. Se la vio junto a Dib Ashur en una reunión con la fundación Siemens, donde se decidió trabajar en la promoción de vocaciones científicas. También posó con el ministro y la doctora Claudia Romero, Directora de Educación de la Universidad Torcuato Di Tella. Además, participó de un encuentro con miembros de Enseñá por Argentina.

El “reciclaje” de funcionarios es algo común en la gestión Urtubey. Incluso los más criticados son reubicados en otras funciones. Es lo que sucedió con las dos últimas ministras de Derechos Humanos: además de Cansino, su antecesora, María Pace, recibió críticas por su gestión y por presentar su Declaración Jurada en blanco. Fue removida del cargo pero inmediatamente designada en la Casa de Salta, en Buenos Aires.

Balance

“Sr. Gobernador, en este documento aparecen los datos y cifras correspondientes al informe de gestión 2014 y 2015 del Ministerio de Derechos Humanos de acuerdo a las distintas áreas y secretarías. Agradezco la confianza y la libertad con la que trabajé en este cargo que desempeñé con responsabilidad, compromiso, transparencia y profesionalismo”, escribió la contadora en su cuenta de Facebook. Adjuntó en ese mismo posteo, realizado el 11 de diciembre, el citado informe en el que se muestra lo realizado bajo su mandato.

El logro que Cansino destaca en primer lugar es la declaración de la “Emergencia en Materia Social por Violencia de Género en todo el territorio de la Provincia de Salta” y la puesta en marcha del Plan Integral Provincial “Unidos por una Salta Libre de Violencia”, con el objetivo de abordar la problemática mediante acciones de prevención, promoción, asesoramiento, acompañamiento y asistencia integral e interdisciplinaria a mujeres en situación de violencia.

El informe asegura que se pusieron en marcha dos nuevos hogares de protección temporal a víctimas de violencia y trata en Orán y Tartagal. La construcción de un hogar en Salta capital con fondos del Consejo Nacional de la Mujer, con avance del 70% a la fecha.

Destaca la creación del primer Observatorio de Violencia contra las Mujeres en el país como un ente autárquico, autónomo y participativo. 200 botones de pánico en funcionamiento, los cuales son otorgados por el Ministerio de Seguridad, mediante oficio judicial. 150 botones de pánico gestionados a través del Consejo Nacional de las Mujeres que se implementaran en el 2016

Un ítem curioso del informe es el llamado “Acciones de Sensibilización”, en el que Cansino explica cuáles fueron las actividades que realizó el ya extinto Ministerio de Derechos Humanos para transmitir sus políticas.

Allí se asegura que “1.500 personas participaron de la maratón ‘Alza la Voz en contra de la violencia’ para  concientizar sobre la violencia de género. 10 mil personas se sumaron a la campaña ‘Sacale tarjeta roja al maltratador’, la cual se visibilizó tanto en medios de comunicación como en redes sociales. Se elaboraron 5 murales de sensibilización con artistas locales reconocidos en distintos puntos de Salta capital. 1.600 personas (fueron) capacitadas por Bernardo Stamateas en su charla ‘El rol de la mujer en la sociedad actual’. 200 mujeres, muchas de ellas víctimas de violencia, se capacitaron sobre el daño emocional de la violencia por el psiquiatra Enrique Stola. 15.000 personas de Salta Capital, Orán y Rosario de Lerma se sensibilizaron mediante proyecto ‘Humanidad, Arte y Música’, con la participación de la Banda de música ‘Los Rancheros’ y artistas salteños”.

Lo que destapó la olla de las irregularidades en Derechos Humanos y sentenció el futuro de Cansino fue lo sucedido en la Secretaría de Igualdad de Oportunidades. Este año, dos menores que dependían de esa secretaría, Thiago Quipildor y Anahí Girón, fallecieron, provocando un caos interno.

Cansino asegura en el informe que dentro de la Secretaría se creó el primer Centro de día, en el marco del “Programa Incluyendo”, albergando a 11 niños y niñas. Se abordaron 2.470 familias con problemáticas de vulnerabilidad social y con medidas de protección de derechos de niños, niñas y adolescentes. Se contuvieron a 105 niños en los distintos dispositivos, con un promedio de 15 niños por dispositivo. Crecieron en calidad y cantidad los lugares de contención de menores judicializados con la óptica de la Ley 26.061. Se inauguró en 2014 un pequeño hogar en los municipios de San Carlos, Metán, Orán dos en Salta Capital, albergando cada uno de 8 a 10 niños. Se contuvo a 70 niños, niñas y adolescentes sin cuidados parentales a resguardo del Estado bajo estas modalidades.

Otra realidad

Tras la muerte de Thiago, Cuarto Poder publicó dos informes internos del Ministerio de Derechos Humanos, donde se revelaban datos que Cansino no tuvo en cuenta en su balance de gestión y que mostraban una gran problemática.

En esos informes se comprobaba que existían cuatro profesionales para atender a 160 chicos distribuidos en distintos lugares de la provincia. Un promedio de 40 personas por profesional. Se remarcaba la necesidad de cubrir los cargos de profesionales, designar especialistas en los hogares del interior y conseguir vehículos para tener una movilidad acorde sin estar sujetos a la disponibilidad de los autos y camionetas del Ministerio, que en muchas oportunidades están detenidos durante casi todo el día, a disposición de funcionarios de mayor peso.

“Desde el subprograma se realizaron acciones y medidas paliativas que son a corto plazo y con desgaste de los adultos responsables, ya que la problemática de base -económica y de recurso humano- no depende de este subprograma. Es necesario tomar medidas reales y efectivas para garantizar el adecuado funcionamiento de los dispositivos, ya que de continuar con la problemática del recurso humano, es imposible continuar sosteniendo los Pequeños Hogares”, expresaba el informe, dirigido a las autoridades del ministerio de Derechos Humanos.

Al momento de publicar el último informe, en junio de este año, los Centros de Inclusión Transitoria (CIT), cuyo objetivo es brindar atención y espacio a víctimas de abuso, violencia, abandono y otros casos de vulnerabilidad, albergaba a 105 niños, niñas y adolescentes que estaban distribuidos en ocho hogares de la ciudad y eran asistidos por 15 profesionales. Cada lugar contaba con un licenciado en Trabajo Social y un licenciado en Psicología, excepto la residencia “Encuentro”, que trabajaba con 11 adolescentes varones y poseía un solo profesional. Cinco hogares sobrepasaban su capacidad: uno tenía la cantidad justa de chicos. Ninguno tenía un responsable institucional. El promedio general era de 7,13 chicos por profesional. En el Hogar Cuna, donde había 35 niños entre 0 y 6 años, el promedio era de 14/1.

Los ocho CIT contaban con 84 operadores repartidos en tres turnos, los siete días a la semana, durante las 24 horas. Se trataba de un número escaso de trabajadores según el informe, que expresaba: “Se considera necesario contar con más agentes por dispositivo para dar respuesta y no alterar el normal funcionamiento del mismo. Se hace notar que los CIT deberían contar con 42 operadores por turno, por lo tanto, se requiere un total de 126 operadores”.

El subprograma Centros de Desarrollo Infantil (CDI) brindaba atención integral ejerciendo una función preventiva, promotora y reparadora a niños y niñas que necesiten cuidados temporales. Había 2.374 chicos de seis meses a cuatro años de edad en los 35 CDI de toda la provincia. Los profesionales designados para trabajar en los 3 equipos técnicos que los asisten eran, en total, siete.

Son éstos últimos números, y no los del informe de gestión, los que reflejan mejor el trabajo de Cansino al frente de Derechos Humanos, un ministerio que dejó de existir tras este cimbronazo.