En Jujuy, 80 mil mujeres y diversidades eligieron a Corrientes como la sede del Encuentro 2025.

Tras dos días de talleres, asambleas y movilizaciones en la ciudad de San Salvador de Jujuy, el domingo en el acto de cierre se definió Corrientes como la próxima sede para el 38° Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidad Sexual.

Documento leído por integrantes de la delegación de Corrientes fundamentando su propuesta de nueva sede

Compañeras, hermanes, transfeministas de todo el país,

Hoy venimos a alzar nuestra voz, venimos a proponer, con el ímpetu que nos caracteriza, que el 38° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales,Intersexuales y No Binaries se realice en Corrientes en el año 2025.

Queremos recibirlas en nuestra tierra, la tierra del chamamé, el Sapucai, los Esteros del Iberá y cuna de muchos héroes de Malvinas. Porque les necesitamos, necesitamos que el Encuentro vuelva a nuestra provincia.

Nos mueve una convicción profunda, y son muchísimas las razones que nos impulsan a hacer esta propuesta, razones que se entrelazan con nuestras luchas cotidianas, con nuestra historia y con la realidad que vivimos en nuestro territorio. Aunque no alcanzarán las palabras para nombrarlas todas, haremos el esfuerzo por transmitirles algunas de las más urgentes.

Corrientes es un territorio fronterizo, limitando con Paraguay, Brasil y Uruguay. Esta Triple Frontera nos convierte en una zona de constante exposición al tráfico de personas, donde mujeres y niñes son secuestrades y explotades, trasladades entre países vecinos en una espiral de violencia y total impunidad y complicidad del poder político. Nuestras calles y nuestras tierras son testigos silenciosas de esta tragedia.

Nos atraviesa, además, un conservadurismo feroz, alimentado por una clase política que se ha mantenido aferrada al poder por décadas. La coalición gobernante, Encuentro por Corrientes, lleva 23 años sosteniendo gobernadores radicales que parecen eternizarse en el sillón de Pedro Ferré, mientras nuestros pueblos se hunden en la pobreza estructural. Es un sistema que no reconoce los avances en derechos que hemos conquistado a nivel nacional.

En Corrientes no se cumplen leyes fundamentales como la Ley de Identidad de Género (26.743) ni la Ley «Diana Sacayán-Lohana Berkins» de promoción del acceso al empleo formal para personas trans (27.636). Además, la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral es inexistente, y quienes se atreven a enseñarla desde una perspectiva de género son perseguides.

En diciembre de 2014, después de incansables marchas y luchas organizadas, logramos  arrancar la Ley de Emergencia Pública por Violencia de Género. Esa ley, conquistada con nuestra sangre y nuestro esfuerzo, nunca recibió el financiamiento necesario. Los refugios, esos lugares que deberían protegernos, se han convertido en espacios de revictimización e inaccesibles para quienes más los necesitan.

A pesar de todo, el movimiento transfeminista ha seguido organizándose, denunciando, y consiguiendo que violadores y abusadores sean juzgados. Pero incluso con sentencias que prueban su culpabilidad, la justicia los deja en libertad. El ginecólogo Gerardo Dahse, con más de 20 víctimas, sigue libre; el periodista Federico Soto y el concejal Guillermo Córdoba también. Estos casos, que nos desgarran, son solo algunos entre tantos que reflejan la impunidad con la que opera un sistema que nos odia.

En 2023, sufrimos diez femicidios y un travesticidio, y hasta el día de hoy no hay avances en las causas. Uno de estos casos que sigue sin esclarecerse es el transfemicidio de Patricia Ramírez, cuya vida fue arrebatada, y cuyo asesinato aún no ha recibido justicia.

Este hecho refleja la desidia y complicidad de un sistema que, lejos de protegernos, nos deja a merced de la violencia. En lo que va de 2024, ya contamos con cinco femicidios, y las denuncias siguen acumulándose sin ser atendidas. Son vidas que podrían haberse salvado, son potenciales femicidios y travesticidios que se nos escapan entre las manos. Cada una de esas historias de pérdida nos habla de una violencia bestial, de un ensañamiento con nosotras, las mujeres y disidencias, avalado por las instituciones que deberían protegernos.

Vivimos en una provincia donde el 52.3% de nuestra población está por debajo de la línea de pobreza, y a nivel nacional, entre el 55% y 60% de quienes la padecen somos mujeres.

Esta realidad de hambre, desempleo y pobreza, alimentada por el gobierno de Javier Milei y sostenida en Corrientes por Gustavo Valdés, solo genera más violencia en los hogares, desmantelando las herramientas que tanto nos costó conquistar como movimiento transfeminista.

No podemos dejar de hablar de la situación de la salud en nuestra provincia y de sus trabajadores precarizades, con una atención sanitaria centralizada en la capital. Quienes viven en el interior enfrentan una violencia estructural. Les niñes deben trasladarse largas distancias para recibir atención en el único hospital pediátrico público de todo Corrientes, y las mujeres, especialmente las embarazadas, son obligadas a viajar en ambulancias para parir en la ciudad, muchas veces perdiendo su vida en el camino.

Por otro lado, el acceso a la IVE y a la ILE es difícil para las personas con capacidad de gestar, al ser una provincia declarada expresamente “provida”, donde el vaciamiento en el 2024 es absoluto. El ministerio de Salud de la Nación no envía pastillas para garantizar estos derechos y la provincia tampoco las compra.

Queremos hablar de Loan, un niño de tan solo cinco años, que fue raptado y desaparecido hace más de tres meses. En este caso, como en tantos otros, la corrupción y la negligencia de los poderes políticos, policiales y judiciales manchan sus manos. Ellos son responsables de su desaparición. Este doloroso hecho, que aún nos conmueve, pasamos días enteros esperando noticias de él, fuimos con nuestros niños y niñas a las marchas. Lo seguimos esperando y reclamando su aparición porque Loan es solo una muestra de la realidad de lo que pasa en nuestro país, LOAN NOS DUELE y dejó al descubierto la desprotección que sufren les niñes y adolescentes en nuestra provincia, una provincia donde hace más de 17 años no hay una persona designada como Defensor del Niñe.

Este hecho se entrelaza con el femicidio de la periodista Griselda Blanco, de Curuzú Cuatiá, quien venía denunciando al Comisario Maciel, ahora implicado por la desaparición de Loan.

Hace 30 años, en 1994, Corrientes fue sede de este Encuentro. Hoy creemos que es tiempo de que nuestras calles vuelvan a ser el escenario de una marea plurinacional. Queremos que nuestras tierras saqueadas, pero marcadas por la historia de resistencia y lucha, se llenen nuevamente de voces que claman justicia, equidad, y el respeto por los derechos que hemos conquistado y por los que seguimos peleando.

Es tiempo de que Corrientes vuelva a recibirnos, de que hagamos visible lo que se silencia, de que con nuestra presencia sigamos transformando las realidades que nos atraviesan y duelen.

Les invitamos a nuestra tierra, a inundar las calles de Corrientes que están listas para que entre todas sigamos escribiendo esta historia, por Loan y en el todes nuestros niñes, les necesitamos y las recibiremos con mucho amor.

¡Las invitamos a que hagamos que el 38° Encuentro Plurinacional se viva en nuestra provincia!