Sus estudiantes y discípulos decidieron que el Observatorio de la UNSa lleve su nombre. En homenaje a su gestión- construcción y a todo lo que Elvio Edgardo Alanis hizo en la Universidad para aportar a la Astronomía.
Alanis es profesor emérito de nuestra Casa de estudios, hoy el Observatorio lleva su nombre y un grupo de estudiantes, físicas/os y discípulos continúa activo con diferentes actividades y proyectos a realizar, bajo esta premisa que el profesor refiere: “El cielo siempre se encuentra a disposición”.
Esa frase además fue la que repitió al recordar sus primeros años en Salta cuando comenzaba su carrera docente. Llegado desde Córdoba donde se licenció en Física por la Universidad Nacional de Córdoba, de sus primeras postales de Salta recuerda el cielo diáfano, un cielo a disposición no solo para mirarlo sino para estudiarlo, y es lo que hizo.
En sus primeros acercamientos con la Astronomía recuerda que de niño, al viajar en colectivo con su madre a la casa de su abuela, veían la cúpula del observatorio de Bosque Alegre y le llamaba la atención que podía verse desde lejos. “Una cúpula grande, una casa brillante”, refiere de aquellos tiempos. Después conocerá que había allí un telescopio de 1,50 mts.
Otros de los recuerdos que lo acercan a la Astronomía, se presenta con la construcción de un espejo de 15 centímetros ya cuando se encontraba trabajando en la Universidad Católica de Salta, dando clases.
La Estación Astrofísica de Bosque Alegre (EABA) pertenece al Observatorio Astronómico de Córdoba. Se encuentra emplazada en un predio de 15 hectáreas ubicado a 50 km de la ciudad de Córdoba. El Observatorio Astronómico de Córdoba de la Universidad Nacional de Córdoba, es la primera institución científica del país dedicada a la astronomía, fundada por Domingo F. Sarmiento el 24 de octubre de 1871.
Ya instalado en Salta con su familia se desempeñó como profesor de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNSa y también fue Presidente del Consejo de Investigación período 2004-2007. Fue coordinador de diversos cursos sobre astronomía en la casa de altos estudios como por ejemplo “El cielo como laboratorio de física”. Se dedicó a la formación de discípulos y grupos de trabajo, realizó publicaciones nacionales e internacionales, y Charlas y conferencias sobre Astronomía en distintos ámbitos. Es Coautor del libro “Construcción de un telescopio reflector y su cúpula de abrigo (Memorias de una construcción amateur).
A través del departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas, mediante una reunión plenaria se aprobó en 2023 la creación del Observatorio Astronómico denominado “Dr. Elvio Alanís”, y su respectivo reglamento. “La culminación de este proyecto tuvo lugar el 29 de agosto de 1988, día en que se realizó la inauguración de la cúpula del Observatorio. Desde entonces la cúpula se convirtió en parte de la identidad arquitectónica de nuestra Universidad. En la correspondencia con investigadores de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP), se muestra el asombro de tal grupo por el bajo costo con el que se realizó la cúpula, esto habla del ingenio, compromiso y empeño del Lic. Alanis y el grupo de colaboradores en la concreción del proyecto”, señalan en la resolución.
Por qué Astronomía El profesor Alanis fue consultado por su motivación hacia la astronomía, ésta fue su respuesta: “Dejando de lado mis experiencias desde la niñez hasta mi época universitaria, podríamos decir que el hecho de cursar mi licenciatura en física en una institución, IMAF, que por aquella época (1962) tenía su sede en el Observatorio Astronómico de Córdoba, fue decisiva para iniciar mi relación con esta ciencia hermana. Allí, en un curso curricular de Taller, tallé un espejo para telescopio de 22 cm de diámetro. Ocho años después, 1971, comencé una nueva vida universitaria en Salta. En una ciudad más pequeña, a una mayor altura y con paisajes serranos de gran altura, el cielo nocturno presentaba magníficas y atrayentes imágenes de la bóveda celeste que incentivaron mi vocación por la observación astronómica y la búsqueda de recursos para captar esas imágenes tanto visual como fotográficamente”.
Los inicios en la UNSa
A través de las investigaciones realizadas por el profesor Hugo Zerpa y Noelia Bugiolachio, filósofa, egresada de la Facultad de Humanidades, se fueron reconstruyendo los principales hitos del observatorio que se remontan a los inicios del período democrático.
Corría el año 1985 cuando inicia sus actividades la Asociación Salteña de Astronomía (ASA), siendo Elvio Alanis el primer presidente. En ese mismo año junto con un grupo de docentes de Física y el Instituto de Educación Media (IEM) se reúnen con el deseo de en un primer momento construir un planetario en la ciudad de Salta.
Según relató Alanis en ese tiempo se encontraba en agenda el paso del cometa Halley, conocido por su aparición cada 75 o 76 años, hizo su última máxima aproximación a la Tierra en 1986, momento en el cual fue visible a simple vista, y fue un periodista quien había llegado entusiasmado porque había visitado un planetario, una especie de carpa inflable, redonda, donde proyectaban el cielo y quería hacer uno en Salta.
Construcción de la cúpula de la UNSa
“Abajo se hizo todo el trabajo de montaje de la estructura. Porque era imposible o muy dificultosa esa tarea hacerla arriba donde se iba a emplazar definitivamente. Luego que estuvo lista, se desarmó, porque estaba unida por bulones o tornillos, y así pieza por pieza se fueron subiendo. Una vez arriba solo había que unir las piezas. Ya no se necesitaba soldar, medir, perforar, etc. Cosa que se podía hacer fácilmente a esa altura”, rememoró el profe sobre cómo se fue gestando la construcción de la cúpula hoy emplazada arriba del edificio central de rectorado.
La idea, cuenta el profesor, era realizar una cúpula desarmable, posteriormente se vieron remachando los tímpanos y las costillas de lo que es hoy la cúpula que resguarda el telescopio, una cúpula hemisférica, ocupando sus horas extras no pagas en un proyecto que quedaría para las generaciones futuras y una muestra palpable del desarrollo científico y de la vocación de servicio de docentes puesta al alcance de la sociedad.
La cúpula se armó con materiales reciclados, rescatados de diferentes espacios y con la ayuda de muchas personas.
“Pero si esto da la impresión de que la tarea está cumplida, nosotros tenemos la certeza de que hay conciencia. Este es quizás el punto de partida de una tarea de la cual no se vislumbra el final y que contendrá sucesivamente otros puntos de partida”, se lee en un fragmento del Acta inaugural del Observatorio con puño y letra del propio Alanis.