Culminó la audiencia pública por la tarifa de gas. La presentación que hizo la provincia busca, entre otras cosas, recategorizar a la provincia con el objeto de que los usuarios salteños gocen de beneficios similares al de otras regiones.  

Aunque la desorganización fue la regla en la audiencia y ni siquiera funcionarios del gobierno provincial pudieron hacer oír su voz, la provincia hizo una presentación en donde enfatizó que los 164.201 usuarios salteños conectados a la red de gas natural son víctimas de una categorización desventajosa con respecto a otros usuarios del país.

Para explicar esa desventaja debemos recordar que el país está dividido en ocho categorías: R1, R2 1º; R2 2º; R2 3º; R3 1º; R3 2º; R3 3º y R3 4º. El criterio que define las mismas depende de la cantidad de metros cúbicos que consume cada vivienda. Según se avanza en la categoría, el precio del gas aumenta y así, los categorizados como en R1, por ejemplo, pagan $0,33 el metro3 mientras el R3 4º por igual cantidad de m3 abona $1,80.

Lo enmarañado sigue porque el país fue dividido en regiones siguiendo criterios climáticos en donde Salta es catalogada como cálida y por ello tiene usuarios que deben consumir menos metros3 para mantener sus categorías. Ejemplifiquemos: un salteño que consume hasta 500 metros3 mensuales está clasificado con R1, aunque un santacruceño mantiene esa categoría hasta consumir 1.700 metros3.

Si esa diferencia se explica por las obvias diferencias climáticas, la comparación con la Capital Federal no lo es tal: un salteño R3 4º es quien superó el consumo mensual de 1.451 metros3 mientras el porteño entra en esa categoría cuando supera los 1.900.

Ello explica que en el NOA la factura de gas promedio sea de $265 contra los $143 de Catamarca, La Rioja y Córdoba; los $160 de las provincias del Litoral; los $55 del área cuyana; los $129 de Buenos Aires y norte pampeano y los $10 de la Patagonia.

De allí que el Grand Bourg denuncia que tal categorización fue realizada de manera discrecional, sin parámetros objetivos e impugnó también los criterios climáticos que la determinaron. Asegurara de que en Salta no existe homogeneidad climática porque hay 14 tipos distintos y que entre abril y septiembre la temperatura oscila entre los 18º en el día aunque en las noches las mismas bajan a niveles inferiores a cero.

Para argumentar recurrieron a estadísticas metereologicas y a planos cartográficos publicados por la propia Casa Rosada que evidencian que al menos durante julio, gran parte de la provincia posee temperaturas inferiores o iguales a las de otras más beneficiadas. A esos argumentos sumara otro que los gobiernos prefieren silenciar pero que ahora se ventilarán: acá el ingreso promedio es de $12.463, un 27% menor al de la media nacional ($17.108).

El objetivo gubernamental es fácil de verbalizar: que Salta sea clasificada como la región Pampa Norte en el que están usuarios del norte de La Pampa y el sur de Buenos Aires. De ser así, un salteño de clase media catalogado como un R2 3º mantendría la categoría consumiendo entre 1.301 y 1.500 m3, cuando hoy mantiene el rango si limita su consumo entre los 701 y los 800 m3.

Dentro de la ecuación de ajuste que caracteriza al macrismo, se contempla un objetivo de mínima: ser categorizada como las provincias de San Juan, Mendoza y San Luís en donde los beneficios para el salteño serían menores pero igualmente mejor a los actuales: un residente categoría R1 mantendría su condición hasta consumir 600 m3 cuando en Salta tal categoría sólo se mantiene para los que consumen 500 m3.

De lo que no hablara el gobierno salteño es sobre el incremento del precio del m3. Tiene sentido, después de todo en el Grand Bourg manda Urtubey que como otros gobernadores no se opusieron al incremento original.