Asistido por Defensa Oficial, un niño de 9 años pidió ser escuchado en el juicio por el femicidio de su madre a manos de su padre en Orán.

El asesino, padre del menor que solicitó dialogar con el juez, fue condenado a prisión perpetua tras ser declarado culpable del delito de homicidio doblemente agravado, por violencia de género. El niño y sus abuelos maternos fueron asistidos durante todo el proceso por la Defensa Oficial.

El hecho fue reflejado por el sitio La Hora de Salta: Una mujer (de quien se resguarda la identidad en protección de su descendiente) regresaba de su trabajo cuando una noche, promediando las 22, fue asesinada por su pareja quien le disparó con un arma de fuego en plena calle.

 

Ella y su asesino tenían un hijo menor de edad que, junto a sus abuelos maternos, se constituyó en querellante dentro del proceso penal en el que estuvieron representados por la Defensoría Oficial para Víctimas de Violencia Familiar y de Género de Orán, a cargo de la Dra. Liliana Ramos.

Mientras se desarrollaba el juicio, el niño solicitó –a través de Ramos- ser escuchado por el juez, quien atendió el requerimiento comprendiendo el argumento de que el menor tenía derecho a ser oído atento a convenciones internacionales, la Convención de los Derechos del Niño y la Ley 26.061.

Así fue como el magistrado recibió al nene en su despacho, acompañado por un asesor de menores y una psicóloga del Ministerio Público de la Defensa.

 

Al respecto, la Defensora General de la provincia, Dra. María Inés Diez, señaló que “empezamos a ver ahora los resultados que esperábamos de estos espacios de atención, asistencia y acceso garantizado a la Justicia que son pioneros en Argentina y que pusimos en funcionamiento hace poco más de un año”.

“Que las víctimas o los familiares de las víctimas de violencia familiar y de género puedan participar de los procesos judiciales siendo querellantes y siendo asistidos por la Defensa Oficial provista por el Estado es lo novedoso. Esa era nuestra misión al momento de la puesta en funcionamiento de las 5 Defensorías especializadas que creamos en Salta Capital, Metán, Orán y Tartagal”, enfatizó Diez.

En este caso puntual, la defensa del asesino trató de convencer al juez de que el crimen se cometió en un estado de emoción violenta, pero en el juicio se comprobó que la víctima sufría violencia de género desde hacía tiempo y que fue ultimada cuando decidió poner distancia con su agresor.

 

“Importante es recalcar que el niño deseaba ser escuchado por su Señoría y así fue, más allá de que esta conversación no constituyó medio de prueba”, destacó la Defensora General.

El criminal, padre del menor, fue finalmente condenado a prisión perpetua tras ser declarado culpable del delito de homicidio doblemente agravado, por violencia de género y el niño quedó al resguardo de sus abuelos maternos que son quienes le brindaron amparo desde el deceso de su madre.