Firmó su mensaje sobre la Colecta Anual de Cáritas como “Mario Cargnello, su indigno arzobispo”. Dice que el mensaje del Papa lo ha llevado a reflexionar acerca de la propia “indignidad ministerial”.
Quizá el haber ninguneado a los docentes en ese momento de lucha le esté pesando en la conciencia: ahora el Monseñor Cargnello se siente indigno. Siente, además, la necesidad de expresar su condición de indignidad.
Dice, eso sí, que ha sido un mensaje del Papa el que lo ha llevado a reflexionar. El mensaje Papal “quiero una iglesia pobre y para los pobres”, parece haber sacudido los cimientos éticos de Cargnello.
Ante la inquietud de El Tribuno sobre el por qué de su forma de firmar este mensaje, Cargnello respondió: “Lo hice porque en el tema de la caridad sé que estoy en deuda. No me pongo como modelo. A mí me duele no poder llegar, no saber llegar, o no haber hecho lo suficiente para llegar a muchas situaciones. No creo que pueda arreglar todo porque tengo todos los límites que puede llegar a tener cualquier hijo de vecino, pero sé que estoy en deuda”.