Hay funcionarios municipales bien arcaicos. Guillermo “Mono” Durand, Subsecretario de Eventos, tapó con látex blanco murales realizados en el Centro Cívico Municipal hace dos años. Tristeza e indignación de los artistas.

Las pinturas eran alusivas a la Fundación de Salta, eran de autoría de cuatro artistas plásticos, se había estampado en el Centro Cívico Municipal en el 2014 y fueron tapadas por el joven senil Subsecretario de Eventos: Guillermo Durand, alias el “mono”.

Sólo uno de los cuatro murales sobrevivieron a la brocha gorda de quien además es hijo del actual diputado nacional Guillermo Durand Cornejo. Según el suplemento Bla Blax de El Tribuno, la noticia llegó de la mano de uno de los autores de las pinturas, Gustavo Flores, que en proceso de un trámite municipal se topó con la pared blanca donde antes estaba su obra de arte. «No tengo idea qué pasó pero me parece un atropello, producto de la ignorancia; no le encuentro explicación y me causa mucho dolor».

El autor del atropello, Guillermo Durand, se desempeña como subsecretario de Eventos de la Municipalidad y según fuentes consultadas por este medio, tiene alguna relación con los negocios de la cartelería (esperamos que no haya querido vender las paredes a alguna publicidad). Durand dio sus razones al mencionado suplemento: “No fue una decisión arbitraria, ni una ocurrencia mía. Se pintaron las paredes debido al deterioro de los muros y de la pintura, ya que las obras de arte no estaban conservadas, laqueadas, y la pared estaba muy húmeda”.

Agregó que “la idea es que con motivo del relanzamiento del Centro Cívico en marzo, se convoque a varios artistas a pintar nuevos murales en los muros del Centro Cívico”. “Comparto que fueron obras que embellecieron el CCM en su momento, pero ahora ya no. Además pienso que hay que darle participación a otros artistas”, aseguró.

“Los murales tapados correspondían a Miro Barraza, Gustavo Flores (Guflo) y Roly Arias. Se salvó la obra de Rodolfo Vivas, el pintor que murió el año pasado, motivando que la gestión municipal anterior le pusiera una laca para conservarlo intacto y le agregara una placa recordatoria. De lo demás quedó la nada”, precisa el suplemento Bla Blax.

Miro Barraza también se enteró de los sucedido a raíz del llamado de El Tribuno que regsitró su pesar. «No sabía nada, me sorprende, pero pienso que son cosas de los políticos, siempre destruyen lo que hizo el anterior en lugar de hacer algo mejor». Y se quedó mudo un rato. «Con tantos muros sin pintar que hay en la ciudad… qué lástima», murmuró. El artista agregó: «Lo que lamento es que no tengo ni fotos de esa obra; recuerdo que me pasé una semana pintando el mural y quedó bien. No le hacía daño a nadie, adornaba la playa, no tenía connotaciones políticas de ninguna clase».

Al saber que solo el mural del fallecido Vivas quedó en pie, dijo: «Habrá que morirse entonces para que respeten el arte. Es realmente desinteligente, una tontería que lamento mucho».