El secretario general de la CTA y asesor de la comisión directiva de ADP analizó las primeras tres semanas de clases presenciales en Salta. Vacunación, protocolos y condiciones edilicias de los establecimientos, entre los debates más urgentes.

 

A tres semanas del retorno a la presencialidad escolar, muchos debates afloran en torno a la nueva normalidad, la aplicación correcta de los protocolos, el estado de los establecimientos educativos y la campaña de vacunación a docentes. Al día de hoy hay muchas escuelas que no han logrado reunir las condiciones para retornar a las clases presenciales. Otras lo hicieron a comienzos de mes, tal cual estaba previsto, pero debieron dar marcha atrás por distintas circunstancias. La falta de agua, que afecta tanto a establecimientos del interior como de Capital, y la aparición de casos de Covid en las aulas, son algunas de ellas.

El secretario general de la CTA y asesor de la comisión directiva de ADP, Fernando Mazzone, reflexionó en torno a esta problemática y aseguró que el ministerio comandado por Matías Cánepa es el que tiene la pelota y debe resolver dichos planteos. «Nosotros lo planteamos inclusive antes de comenzar las clases. Aquellas instituciones que no estaban en condiciones debían labrar un acta y elevarla al ministerio diciendo cuál era el motivo por el cual no estaba en condiciones, ya sea por falta de personal, por falta de agua, porque no estaban los baños en condiciones, etc.

Los diferentes directivos fueron realizando esas presentaciones y las clases comenzaron, pero en forma virtual, no presencial. Al día de hoy, siguen surgiendo problemas en algunas escuelas y el ministerio es el que tiene la pelota. Ese tema escapa a los docentes y a los gremios», destaca.

En la semana se hicieron públicos algunos casos de colegios salteños que debieron dar marcha atrás y transitar el inicio del ciclo lectivo sólo bajo la modalidad virtual. El deterioro de salones y espacios comunes, como así también la escasez de agua, compromete seriamente el sostenimiento de la presencialidad.

«Tengo entendido que hay escuelas en las que se volvió de forma virtual hasta tanto se solucione el problema, pero problemas de agua no sólo tenemos en el interior, sino también en Capital. En Villa las Rosas están reclamando hace un mes que no tienen agua, así que dudo que la institución de ese barrio tenga.

El director es el que conoce la institución y sabe si están en condiciones para que las clases sean presenciales o virtuales. Ellos tienen que elevar un acta al supervisor y tiene que tomar cartas en el asunto el ministerio. Desde noviembre que vengo pidiendo por una situación que plantearon los docentes de un colegio de Güemes y llegaron las clases y sigue sin solucionarse el problema de cuatro aulas. Iban a ver si podían dictarse clases en las aulas de un instituto terciario», agregó Mazzone.

El cumplimiento de los protocolos en espacios de enseñanza motivó sendos debates hacia adentro de la comunidad educativa. La distancia entre alumnos en espacios naturalmente reducidos, fue uno de los principales aspectos del plan de regreso a clases cuyo cumplimiento se puso en duda. De igual manera, las acciones a seguir en caso de que un caso sospechoso sea detectado. Para Mazzone, «si se tiene una buena organización, si pueden tener presencialidad y la están teniendo. Los chicos aprenden más rápido que los grandes. Ellos incorporan más rápido toda esta situación que estamos viviendo por la pandemia. Están dándose algunos casos de Covid en instituciones educativa de docentes a los que se aísla. Hay un protocolo que se tiene que respetar. Hay que estar atentos porque Uruguay, que tiene mucho menos población, ya levantó la obligatoriedad de las clases por el aumento de contagios. La capital federal tuvo un 0,17% de contagio en las escuelas».

La vacunación a docentes, mientras tanto, avanza en paralelo al resto de los grupos prioritarios y de riesgo. Aunque el ritmo de aplicación de dosis se encuentra supeditado al desembarco de los componentes de Sinopharm. La vacuna de origen chino, sólo puede aplicarse a personas de hasta 60 años, por lo que su inoculación no interfiere con el esquema prioritario de la campaña.

«Se está terminando de vacunar como se fijó en el Consejo Federal de Educación. La primera etapa incluía a docentes con chicos de hasta 3er grado de primaria, educación especial y nivel inicial. Hasta el día de ayer me informaron que se iban colocando 10.400 vacunas de Sinopharm. Nosotros tenemos para vacunar 33.842 docentes entre públicas, privadas y personal no docente. Es decir que necesitamos 68 mil dosis para cubrir a todo el personal. A nivel nacional iban a llegar 3 millones de dosis de Sinopharm pero parece que está demorado. El personal docente del país, con estas 3 millones de dosis quedaría inoculado totalmente, ya sabemos que no es obligatoria la vacuna, pero el que se la quiere colocar se la coloca y el que no quiere no», sostuvo Mazzone en diálogo con Cuarto Poder.

El criterio de aplicación de la vacuna también despertó algunos cuestionamientos en relación a docentes considerados de riesgo. Y es que la estratificación establecida por el Consejo Federal de Educación no contempla esta línea de corte, sino que divide al grupo docente según el nivel educativo al que pertenece.

«Lo que se hizo fue vacunar a personal docente con la vacuna Sinopharm, pero aquel docente que tenía alguna enfermedad, entraba en la campaña de la Sputnik V. La vacuna china está aprobada sólo hasta los 59 años», explicó Mazzone en relación a este punto.

Finalmente, el asesor de la comisión directiva de ADP se refirió a la designación de ordenanzas, demanda que ya lleva algunos años dentro del sector docente. Algunos cálculos indican que, en toda la provincia, deberían designarse no menos de 2000 ordenanzas para satisfacer la demanda en las escuelas. En este sentido, indicó: «No se cumple. Yo tengo 32 años de docente y en los colegios que trabajé se deben haber nombrado como mucho 10 ordenanzas. Parece que gobierno tras gobierno se entra en una lógica en la que se deja de designar».