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El macrismo sin Macri

Cuatro años atrás, un casorio reunió al conjunto neomacrista.

Florencio Randazzo fue en las últimas horas trending topic en Twitter, del combo que completan el ex gobernador Juan Urtubey y la ex legisladora del GEN, Margarita Stolbizer. Es un barco que navega por aguas laterales a la del macrismo, impulsada a remo por el ex Interior Rogelio Frigerio, el ex titular de Diputados de la nación, Emilio Monzó, y el senador nacional Martín Lousteau.
Pero que tienen estos 6 personajes en común, aparte de haber sido espiados por el Mauri? Alguna reminiscencia con la Red de Acción Política, amparada por una bandera que en fondo azul destella con 50 luminarias celestes y tiras rojas y blancas, como es el caso de Urtubey y Stolbizer.
En un contexto de pinchaduras telefónicas, intercepción de mails y seguimientos, los que un año atrás denunciaran dos ex funcionarios salteños -Fernando Yarade y Emiliano Estrada-, este sector también tendría la idea de un macrismo sin Macri y sin Patricia Bullrich.
Dos serían los motivos: porque olfatean que están al horno con la causa por el espionaje o posiblemente al notar sendas performances en los sondeos de opinón.
El ser o no ser de todo este entongue para los opositores a Alberto es con quien de los macristas negocian ¿Con la vertiente fundadora que ahora está más ocupado por justificar espionaje a propios y ajenos o a este grupete que premonitoriamente se reunió allá por 2016 en Salta, más precisamente en Finca Las Costas en el casamiento farandulero del entonces gobernador de Salta con «la mala» de todas las novelas argentinas, Isabel Macedo?
Pero este novel sector macrista, del que Urtubey siempre estuvo cerca, no solo busca juntar votos sino más bien hacer acuerdos con sectores que tengan afinidad en “una discusión hasta filosófica, de fondo”. La búsqueda se orienta al peronismo de derecha y al socialismo verde, oleaginoso y santafesino, el que parece haber arriado, una por una, sus banderas históricas.
Por su parte, el macrismo más puro pretende mantener en vigencia el 41% de votos que consiguió en las últimas presidenciales, con lo que irán alacraneando hasta los comicios de 2021.