Como en Salta, los rusos tienen algo parecido a la lucha contra el llamado microtráfico. Hoy se conoció que el joven argentino Kevin Hoistacher, de 24 años, fue detenido en Rusia con una mínima cantidad de marihuana. Fue acusado de narco y puede ser condenado de tres a siete años de prisión.
El argentino está radicado en Finlandia y se encuentra preso en una cárcel rusa luego de ser detenido en la frontera de ambos países con un cigarrillo de tabaco mezclado con marihuana. “Estoy preso en Rusia. ¡Ayudame a salir! Por medio gramo de marihuana me quieren dejar de tres a siete años. Se necesitan 18 mil dólares para poder salir”, dice un pedido realizado en Facebook por Kevin Hoistacher, de 24 años, un estudiante que vive con su esposa en la ciudad finlandesa de Tampere y ahora está detenido en San Petersburgo, acusado de contrabando de drogas.
Página 12 informó que Kevin fue detenido el 23 de julio cuando regresaba de Rusia a Finlandia en su auto. Fue interceptado en un control caminero en la ciudad rusa de Vyborg, cerca de la frontera entre ambos países y tras requerirle el documento –que era argentino, nuevo y no tenía sellos previos– los agentes aduaneros lo demoraron para analizar si sus papeles estaban en regla, explicó el cónsul argentino en Moscú, Jorge Zobernica.
La policía, en tanto, requisó el auto con perros y encontró un cigarrillo que tenía tabaco y unas hojitas de marihuana, por lo cual Kevin fue detenido. “Pareciera ser que le encontraron una pequeña cantidad de marihuana, de 1,1 gramo, una cantidad ínfima. Pero la ley rusa pena la tenencia de marihuana y no establece cantidad mínima”, explicó el cónsul. El funcionario añadió que además, “como el hallazgo se produjo en la frontera, es decir cuando pasaba de un país a otro, la Justicia caratuló la causa como contrabando, a pesar de que es ilógico pensar que podía contrabandear tan solo un gramo” de marihuana.
Kevin permaneció detenido en una dependencia policial de Vyborg y el 28 de julio fue alojado en la prisión de San Petersburgo, donde permanece desde entonces a la espera de una audiencia judicial que se realizará el 21 de septiembre, en la cual su abogado intentará cambiar la calificación del delito que se le imputa y reclamar su excarcelación.
La madre de Kevin, Beatriz Rossano, quien tras la detención viajó a Finlandia para acompañar a su nuera, Noora, y viajar a Rusia las únicas dos veces por mes que le permiten visitar a su hijo, contó que la familia está “desesperada” por sacarlo de la prisión. “No digo que no pague si cometió un delito, pero que sea por lo que corresponde, por tenencia, no por tráfico, que tiene una pena de tres a siete años”, manifestó. “Prácticamente no lo puedo ver y cuando lo hago es a través de un vidrio, mediante un teléfono y con una traductora, porque a él le está prohibido decir una palabra que no sea en ruso, que por suerte sabe hablar”, contó Beatriz. La mujer explicó que en la audiencia del 21 se resolverá cómo sigue el proceso, ya que la prisión preventiva no puede extenderse por más de dos meses.