Finalmente el gobierno provincial dio marcha atrás con la quita de fondos para la “copa de leche”.
Luego de que se eliminara el impuesto provincial que financiaba la Copa de Leche, funcionarios consideraron que no sería necesario que siguiera este programa en las escuelas, debido al aumento de fondos para asistencia alimentaria que hubo desde Nación el año pasado.

El programa existió por más de 50 años en la ciudad de Salta y en los últimos años llegaba a 120 mil niños y niñas. Para muchos constituía su primer plato de comida e, incluso, el más importante del día.
La Copa de Leche se convirtió en una institución en las escuelas de Salta. Se financiaba con recursos que llegaban a la Cooperadora Asistencial de Capital por medio de un impuesto provincial.
A fines de 2019 este tributo se cobró por última vez por decisión del exgobernador Juan Manuel Urtubey luego de que firmara el pacto fiscal a fines de 2017 por iniciativa del expresidente Mauricio Macri, quien buscaba evitar superposiciones de tributos en todo el país.
Cuando estos fondos dejaron de ingresar la Cooperadora no tenía razón de ser. El personal se distribuyó en distintas áreas de la Provincia y de la comuna y los bienes muebles -como camionetas por ejemplo-, también.
Si bien en enero de 2020 el coordinador de Enlace y Relaciones Políticas de la Gobernación, Pablo Outes, aseguró que este programa pasaría a la órbita del Ministerio de Educación, desde esta cartera aseguraron que nunca lo absorbieron.
Los argumentos
Desde la Provincia habían considerado que la Copa de Leche no sería necesaria luego de que el año pasado desde Nación, bajo la gestión de Alberto Fernández, aumentaran los recursos destinados a la alimentación de las familias más vulneradas en medio de una gran crisis socioeconómica que se acentuó con la pandemia de coronavirus.
«Cuando inició 2020 el Gobierno nacional destinó una gran cantidad de fondos a políticas sociales de apoyo a sectores carenciados», expresó el coordinador de Enlace y Relaciones Políticas de la Gobernación al referirse a programas como Tarjeta Alimentar y otros planes focalizados.
«Todo buscaba resguardar el bolsillo de la familia para fortalecer la alimentación de sus hijos. A nivel país y provincia cayeron los tributos, pero entendimos que había una buena cobertura a través del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación», manifestó Outes.
«Tenemos un 40 por ciento de caída de la recaudación y aumentaron un 400 por ciento los fondos para Desarrollo Social», dijo sobre lo que sucede a nivel nacional.
El hambre ya se nota
Ana, docente en tres establecimientos de Salta capital, dijo que el hambre ya se nota en las aulas.

Por una radio local la educadora aseguró que es un “desacierto” y “un golpe más a la infancia” la quita del programa.
En este sentido, agrega que los niños sufrieron un retroceso porque hay chicos que no recuerdan el himno ni el abecedario, y a esto ahora se suma el retiro del programa Copa de Leche.
Sostiene que hay alumnos que “van con dolor de panza porque tienen hambre”.
Por esta razón, le pide al Ministro de Educación, Matías Cánepa, que “se acerque a las escuelas sin fotógrafos” para que la visita no sea utilizada por campaña, porque “el daño nutricional que se hace es grande, va a dejar huella como el año sin clases”.
Al mismo tiempo, recordó que lo que se brindada no era una Copa de Leche, sino que lejos de ser mate cocido, era “agua con yerba, azúcar y una cantidad limitada de pan” pero que por lo menos “servía de algo”.
Pidió que las autoridades hablen con las maestras, hagan encuestas, incluso con el personal de las escuelas para interiorizarse sobre lo complejo de la medida.
“Esto no está bien, va a traer consecuencias, los chicos no están comiendo en sus casas”, sostuvo, y finalizó diciendo que “hasta 2019 en muchos casos, era la única alimentación que recibían los alumnos”.