“Privilegio la vida y el bienestar de los salteños por sobre cualquier otra cosa”, dijo el gobernador Gustavo Sáenz en su discurso de apertura del 123° periodo ordinario de sesiones legislativas de la Provincia. La frase sintetiza el discurso, que se centró en lo realizado durante la pandemia.
“Dije que prefería arrepentirme por hacer de más y no por no haber hecho lo suficiente”, repitió las mismas palabras del 1 de abril del año pasado.
Este año, enfrentamos no solo al virus sino también las consecuencias sociales y económicas que ocasionó, con el cansancio por el tiempo transcurrido pero también con la experiencia y el conocimiento adquirido y con la convicción de que, de esta gran adversidad, saldremos más fortalecidos, más solidarios y más unidos”, dijo Sáenz.
“El producto bruto interno nacional tuvo una baja del 9,9% en 2020, la peor caída desde la crisis económica de 2001 y 2002. Esa baja, lógicamente, tuvo una importante repercusión en nuestra propia economía, en el ingreso de nuestras familias, en el empleo y en las empresas”, advirtió.
Mientras tanto, ustedes, acompañaron este trabajo resguardándose en sus hogares, cuidándose y cuidando a los suyos, medidas que permitieron ralentizar el avance de la pandemia mientras el sistema de Salud se preparaba para hacerle frente en los hospitales y terapias».
No hay medida de parte del Estado que sea suficiente sin la solidaridad de cada uno de ustedes, cuidándose a sí mismo, a su familia y a toda la sociedad. Atravesamos el 2020 y entendimos que de esto se sale de una sola manera, y es para adelante y todos juntos.
Trabajamos en equipo, y gracias a este enorme esfuerzo y compromiso colectivo, pudimos evitar el colapso de nuestro sistema sanitario y brindarle atención a cada salteño que lo requería. En esto, quiero hacer un reconocimiento explícito a la gigantesca y noble tarea que llevaron a cabo tanto el personal de Salud como las fuerzas de Seguridad. Han estado presentes en la primera línea, arriesgando su vida, resignando horas de descanso y familia para cuidarnos a todos, trabajando hasta el agotamiento.
No todos los héroes tienen monumentos en las plazas y calles con sus nombres. Hay héroes que comparten nuestra vida cotidiana, con humildad y en silencio. A ustedes, quiero trasmitirles mi gratitud y la de todo el pueblo de Salta. De la misma manera, mi inmenso acompañamiento, respeto y solidaridad para quienes perdieron a sus seres queridos a causa de este virus.
Créanme, cuando les digo que me duele el alma con cada vida que se apagó a causa de esta pandemia.
La ausencia de cada persona que perdió su vida enfrentándose a este virus nos golpea y hiere profundamente, pero no nos doblega, sino que nos obliga a redoblar los esfuerzos para hacerle frente.