La Sala I del Tribunal de Juicio de Tartagal presidido por el juez Ricardo Hugo Martoccia e integrado por los jueces Soledad Rodríguez y Reinaldo Burgos condenó al sacerdote Fernando Paéz a la pena de cuatro años de prisión de ejecución efectiva al ser encontrado responsable del delito de abuso sexual doblemente agravado por ser cometido por un ministro de un culto reconocido y encargado de la educación.

Al finalizar la audiencia, el sacerdote fue detenido.

El hombre que desempeñaba su función religiosa en la Parroquia de la Santa Cruz de Villa Saavedra, de Tartagal y al que la víctima Kevin Montes denunció haber recibido abusos desde el año 2019 cuando relató abusos que habría sufrido entre los años 2015 y 2019.

La defensa había solicitado la absolución y subsidiariamente la aplicación del beneficio de la duda.

El 31 de octubre se conocerán los fundamentos de la condena.

“Escuchar la palabra condena desprendió de mí a otra persona”

Con fuertes definiciones quien fuera víctima del cura Fernando Páez, dijo que tras la condena nació en él otra persona.

“A partir de escuchar la palabra condena tras la realización del juicio, hizo que Kevin, diera lugar a Matías Montes”, dijo a Nuevo Diario. Describió que, al leerse la condena, por parte del Tribunal encabezado por Ricardo Hugo Martoccia, sintió que de su persona se desprendía otra; el Kevin víctima dejaba lugar a Matías el sobreviviente.

“Así quiero que la gente ahora me reconozca”, señaló Matías Montes.

Remarcó que cuatro (que fue la pena aplicada, o, seis, u ocho años o cadena perpetua que le hubieran dado, no cesa el dolor y las marcas que dejó en su persona y en otros jóvenes también.

“A pesar de todo eso me quedo conforme porque a partir de hoy Fernando Páez, no le hará daño a ningún joven más”, dijo quien denunció los abusos cometidos entre 2015 y 2019.

Montes también agradeció al fiscal Pablo Cabot, por el acompañamiento “el fiscal se puso la causa al hombro y la hizo propia, no me queda duda que dio todo”, señaló Montes.

Más adelante aclaró que no hablaron con Cabot sobre la posibilidad de apelar la condena, en el caso que consideren que merecía más años de prisión.

“Hoy suenan campanas de victoria, soy el referente y la cara visible de la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiasticos de la R.A. en Salta”, sostuvo, remarcando que la Red está en Salta y él es su referente.

“Por eso quiero decirles a todas aquellas personas, que fueron víctimas que han sufrido abusos eclesiásticos, decirles que no están solos, que tienen que confiar. Respetando siempre el proceso de cada uno y sepan que la justicia puede llegar a sus vidas”, dijo.

Durante el juicio, se presentaron evidencias claves en contra de Páez, en su alegato, el fiscal Cabot subrayó la importancia de la pericia psicológica conjunta realizada por el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) y la Defensoría General.

Esta evaluación determinó que el testimonio del denunciante no fue un relato aislado, sino que se alineó con las declaraciones de varios testigos que desempeñaron diferentes roles, lo que confirma un patrón de comportamiento del religioso.

El fiscal Cabot destacó que el fallo del tribunal representa un paso significativo en la búsqueda de justicia y protección de las víctimas de abuso sexual en el ámbito eclesiástico.