El artista plástico Nicolás Picatto presentó este miércoles sus cuadros 2024 en Mamoré Arte, Anzoátegui 441. La muestra -con entrada libre y gratuita- estará disponible todo el mes en este espacio cultural perfecto.
La producción artística de Picatto inaugurada, consta de 13 obras impactantes y variadas, presentadas sobre tela como “Historias al pie del cerro”, donde los colores y las escenas son tan salteñas como oníricas. No alcanzan los ojos para ver tanta dulzura. En cada uno de los cuadros estalla toda la imaginación de un artista local, que hace bastante rato se impuso entre los mejores de su generación. La transmisión emocional de sus obras es un alarido silencioso, tan norteño en su esencia, como cosmopolita en sus miradas abstractas. Un código oculto, pero conocido. Salteño, pero universal. Tan instintivo con la lengua, y tan indescifrable como las señas lejanas. Un verdadero paseo de color, risas, desamores, perros, y sobe todo historias humanas en la mágica visión del artista consumado. La muestra y la galería no solo se presentan como la excusa ideal para invitar a una mujer hermosa un buen rato, sino que por sobre todo confirman el gran momento del arte en general y de Nicolás en particular. Su exploración de los últimos años se ve plasmada en el cenit de esta etapa. Bellas fusiones de color, dibujo y técnica.
Alto vuelo en una muestra que estará habilitada de lunes a viernes de 9 a 13 y de 16 a 20hs, mientras que los sábados solo de 9 a 13 hs. Cabe destacar la tranquilidad de Mamoré Arte (de Juan Blanco), tanto su ubicación en el macrocentro norte, como la altísima calidad y una importante cantidad de obras y autores. La galería que empieza a cerrar el año con esta perla del dibujo y la pintura en baile sincronizado, sumó a lo largo del año una decena de propuestas artísticas, siempre en torno al mes de exposición. Un espacio más que recomendable para quienes disfrutan del placer visual de emocionarse ante la belleza. En el momento de mostrar sus cuadros el artista recomendó ver el arte con los ojos de niños, sin prejuicios ni búsquedas, despojándonos de todo preconcepto. En otras palabras, Picatto apostó a la mirada de la libertad como valor superior del espíritu, algo que vemos constantemente, tanto en sus cuadros, como en sus intervenciones urbanas, donde impacta con murales y nuevas búsquedas a través del papel y el dibujo. “Es más efímero”, dice sonriente. Ideas y regalos que sorprenden al doblar cualquier esquina de Salta. Un verdadero Barsky criollo, donde la provocación no es directa, ni manifiesta, tampoco política, sino humana, reflexiva, y muchas veces romántica, como un vallecito en una espalda. Picatto nos seduce con sus imágenes, formas y colores, pero nos hace reflexionar sobre quienes somos en realidad y nos devuelve lo hermoso de estar vivos.