Tal como lo adelantáramos se concretó la foto que reunió a Martín Grande con Bettina Romero, los candidatos del macrismo que se dijeron de todo antes de las PASO. También participaron el intendente Gustavo Sáenz y Guillermo Durand Cornejo.
La foto se concretó ayer y regocijo a todo el entorno del macrismo salteño que aspira a revertir los resultados de las PASO en donde Guillermo Durand Cornejo quedó al borde del retiro político aunque el espacio que conduce el intendente capitalino pretende desplegar un generalizado esfuerzo para que se imponga al candidato del Grand Bourg: Adrían Valenzuela.
El dato, no obstante, fue la distención que se avecina entre Martín Grande y Bettina Romero que hasta hace un mes se dedicaban epítetos de todo tipo. La foto, sin embargo, viene a mostrar que en política las amistades y las enemistades son siempre transitorias porque lo único permanente son los intereses y como él quiere asegurarse una banca nacional y ella ingresar a la cámara de diputados de la provincia como la candidata más votada cada uno optó por tragarse el sapo y hasta simular que la comida fue deliciosa.
La tregua resulta natural en este caso. Después de todo no se necesita ser experto para darse cuenta que las alianzas se concretan por coincidencias ideológicas o conveniencias mutuas y que en este caso se combinan una y otra variable.
Veamos: ambos comulgan con los principios fundamentales del macrismo y ambos tienen un entorno que les indica que llegó el momento de que la reconciliación se ponga al servicio de la propia acumulación de votos. Bettina ha cosechado poco más de 28.000 en las primarias y ese número podría estirarse de manera importante logrando unos cuantos miles de los 75.000 que Martín Grande reunió en el mismo distrito. Éste, por su parte, goza al menos por ahora una coexistencia pacífica con el romerismo que en el futuro aporte algún otro beneficio.