Machuca fue condenado por los delitos de «asociación ilícita» en su calidad de jefe, además de cuatro homicidios agravados por el uso de arma de fuego.
En tanto que Cantero también fue sentenciado por el primero de los delitos y un «homicidio agravado».
Alias Monchi. Monchi vivió con la familia Cantero desde muy pequeño. No lo adoptaron legalmente pero Cestina Contreras y el Viejo Cantero lo criaron a la par de los otros hijos varones Máximo Ariel y Claudio Ariel. El primero está preso en la cárcel federal de Rawson, y Pájaro está muerto. Fue asesinado el 26 de mayo de 2013 frente a un boliche en Villa Gobernador Gálvez.
Machuca estaba imputado como jefe de una asociación ilícita en el marco del expediente 913/12. Estaba prófugo desde hace tres años a pesar de que varias veces apareció en programas de televisión. Fue atrapado en el barrio de Flores por efectivos de la Policía Federal. Su última participación fue en Canal 13, donde dijo que «para vender droga en Rosario hay que acordar con el poder político, la policía y la justicia». Dentro de la banda, Machuca era también quien tenía mayores lazos con los policías que formaban parte de la banda, entre ellos, el sargento Juan Maciel, conocido como Chavo, quien era el encargado de avisarle a él cualquier movimiento de la fuerza que ocasionara algún peligro contra los Monos.
Uno de sus roles principales era gerenciar la red de búnkeres que la banda tenía diseminados por la zona sur de Rosario, a los que abastecía de estupefacientes y de armas y municiones.
Máximo Ariel Cantero
Alias Viejo o El Ariel. Tiene 52 años y está preso en la cárcel de Piñero, imputado como miembro de una asociación ilícita en la justicia provincial. El «Viejo» fue detenido el 23 de mayo de 2015, cuando se trasladaba en un carro de ciruja en el barrio Tío Rolo, en la zona sudoeste de Rosario.
Cantero heredó el liderazgo de la banda de los Monos desde 2003, cuando murió Juan Carlos Fernández, conocido como «el Mono Grande». Era su concuñado, hermano de Celestina Contreras, su ex mujer. En esa época Cantero y Fernández habían librado sangrientas batallas en el barrio con los Garompa, otro grupo violento de la villa La Granada. Esa es una zona de frontera, donde termina Rosario y empieza esa llanura de tierra fértil, ideal para el cultivo de soja. En esa villa, cuyas calles tienen nombres de flores, que está a metros de donde ahora se erige el Casino City Center, nació esta banda que transitó una historia criminal, que con los años se recargó de mito.
Desde hace 15 años, las sagas de venganzas sangrientas engrosaron las crónicas de los diarios y sumaron crímenes impunes. Uno de los más recordados en el barrio fue el de Fernando Omar Corso, a quien Los Monos hicieron responsable de matar el 1° de marzo de 2004 a Cristián Monzón, un soldadito de la banda. «Si son putos, lo van a encontrar», contestó Máximo Cantero cuando le preguntaron por el muchacho de 24 años que había desaparecido. Corso, conocido como «Gordo Pel», que encabezaba en ese momento la banda de Los Garompa, rival de Los Monos, apareció sepultado en un cañaveral de Circunvalación y Centeno. Sus captores lo habían torturado salvajemente.
Antes de caer por la causa, 913/12, el Viejo Cantero estaba sospechado de una parva de delitos, pero cargaba con escasas condenas: la más importante fue una a 4 años y medio de prisión por narcotráfico. Lo habían atrapado cuando transportaba en una camioneta hacia Rosario un cargamento de 91 kilos de marihuana.