Cansada de la gestión, la jefa comunal se tomó dos semanas en el Viejo Continente.
El secreto de Estado (municipal) apenas duró un par de horas. Empleados municipales cansados del autoritarismo de Bettina «Titi» Romero y sus colaboradores VIP mandaron al frente a su jefa. La intendenta se tomó 14 días de descanso.
No hay excusa ni agenda oficial. Simplemente se fue. Tal vez porque sabe que ya no tiene chance alguna de ser reelecta. Quizás porque desde hace rato perdió el sentido común y la brújula de lo que verdaderamente es necesario.
La No comunicación del No Gobierno de Bettina Romero generó un mar de rumores que hasta ahora nadie salió a aclarar. Lo que es seguro es que Romero no está en Salta.
En principio se hablaba de un viaje a Estados Unidos. Después trascendió que viajó a España. Más precisamente en Getxo, Vizcaya, País Vasco. ¿El motivo? El casamiento por iglesia de su hermana con un marinero español llamado Jaime Onandía Calvo. Una fiesta a todo trapo que se realizará mañana viernes, en un lugar de altísimo standing, el Palacio San Joseren, no podía ser menos para la familia que estará en pleno. Atrás quedaron los tiempos en los que los Romero se amargaban con las bolillas negras de la elite salteña del Club 20 de Febrero.
La intendenta se tomará 14 días y correspondía que pida permiso al Concejo Deliberante para pedir licencia. Lógicamente y para no perder la costumbre, no lo hizo.