Las ferias no son solamente lugares de compra/venta, en ellas se mezclan muchos fenómenos sociales que se sumergen en las relaciones con el otro y el descubrimiento de la historia propia. Las ferias son una fiesta que ningún municipio puede obviar.

GABRIELA HERNÁNDEZ

En su significado la feria es un mercado de mayor importancia que el común, en un paraje público y días señalados. Por otro lado, el término feria proviene del latín feriam que significa día de fiesta. De ahí sus connotaciones con las celebraciones en lugares públicos y días señalados (Munuera Alemán et al., 1993: 119). Las ferias nacen durante la Edad Media, en más existen ferias documentadas desde el siglo VII y VIII, es imposible no ver ferias en producciones audiovisuales de la edad media o en archivos históricos.

Entonces podemos decir que tanto la feria como la venta ambulante vienen acompañando a la humanidad por varios siglos casi que ya se constituyen en una actividad inherente o clásica del ser humano de hoy, lo que convierte en un sinsentido prohibir o no fomentar estas actividades.

Hoy en día las ferias tienen distintas formas y se adaptan a los entornos y condiciones sociales, hay ferias populares, de barrio y ferias para las clases altas. Hay ferias de barrio en donde podemos ver mantas en el piso o gazebos, en donde la gente vende cosas nuevas o cosas que ya no usa, ferias de trueque y ferias muy lujosas en donde grandes emprendimientos muestras sus productos a través de stands, o una mezcla de ambos, una cosa es clara la feria es de todos y para todos. Donde hay una feria circulan todo tipo de personas y se genera un gran ámbito de interacción social donde siempre hay “novedad” y variedad.

La Feria como museo

Si algo describe a una feria es la variedad de productos y actividades que se pueden encontrar. En una de esas variables solemos encontrar a los vendedores de antigüedades o aquellas personas que venden las cosas antiguas de sus casas, es por eso que, sumergiéndose en ferias, como la feria de Solidaridad (Lunes y Viernes de 8 a 20), podemos encontrar elementos históricos del siglo pasado o de antes que fácilmente podrían estar en un museo: libros antiguos, fotografías, muebles, cubiertos, ropa, adornos, esculturas, fundiciones artísticas, herramientas, juguetes etc. En ese sentido pasar por algunos puestos es como viajar en el tiempo entre el pasado y el presente, es imposible no preguntar al vendedor de que se trata tal objeto y el vendedor cuál historiador puede o no explicar de trata cada cosa que ofrece. Esto depende también del nivel de información o de historia personal con el que llegamos a la feria, un objeto que pase desapercibido para unos puede ser de gran valor académico o simbólico para otros, es por eso que la feria es diversa, porque encontramos cosas para todos los gustos.

No tan solo se encuentran cosas antiguas, la feria también hace un pantallazo de los elementos del presente, lo que usamos hoy es diferente a lo que usábamos en el pasado y lo mismo sucederá a futuro cuando algunos objetos del hoy queden obsoletos. También la feria presenta novedades como nuevos aparatos eléctricos que salen al mercado, nuevos diseños modernos para teléfonos celulares o electrodomésticos con funciones novedosas.

La feria es un pseudo museo en donde el curador o museógrafo es el que organiza la feria la cual puede estar o no ordenada por temáticas (Sector comida, sector ropa, sector electrónica, sector popular) o simplemente cada feriante ordena su puesto según comodidad o lo que le parece que traerá más ventas. Aunque sean ámbitos distintos la feria y el museo chocan en algún punto con las funciones de educación, exposición y difusión hacia el público, el que va a la feria explora, conoce y aprende. Sin embargo la tarea de conservación no es la misma y en una feria podría haber patrimonio histórico que debería/podría adquirirse por parte de trabajadores del archivo histórico o por entes públicos.

La feria y el arte

Así como venimos hablando de que la feria es un museo, también decimos que la feria es arte, ¿Por qué? simplemente porque en una feria encontramos puestos en donde artistas exhiben sus cuadros, los cuales representan diferentes estilos, ya sean originales o reproducciones, tenemos la posibilidad de apreciar la creatividad, las formas y los colores de la mano de pintores locales o extranjeros. El precio a veces suele ser accesible por lo que se puede acceder a tener un lindo retrato en casa sin tener que ir a museos europeos.

Sin embargo, la pintura no es lo único, ya que en ferias artesanales del norte encontramos piezas o esculturas de cerámica, de cuarzo o piedras semipreciosas, de cuero, de lana (tejidos), esculturas hechas de semillas secas, vitrales de plástico, talla de madera, cestería con elementos vegetales, tejidos de chaguar, etc. El arte que circula en la feria es un tsunami de culturas, simbología, significados, identificaciones, un deleite para el ojo humano, el mostrar se vuelve esencial para ejercernos como seres vivos variantes.

En la feria también está la posibilidad de implementar espectáculos con artistas locales e invitados que acompañen a los que pasean por los puestos, esto también ayuda a los artistas a la hora de hacerse conocer y presentar su talento frente al público, como también el tener un beneficio económico para seguir desarrollando sus carreras.

La Feria es en conjunto

Cómo dijimos al principio de esta nota, una feria escapa del solo comprar y vender, en ella suceden cientos de interacciones sociales, ya sea entre comprador y vendedor o entre vendedores. En la feria si bien todo está a la venta hay muchas cosas que se comparten como ayudar a otro a armar su puesto, compartir degustaciones, trueques, asesoramiento con respecto a un producto, o recomendaciones sobre dónde encontrar algo que se busca, realización de actividades o capacitaciones entre los participantes de la feria, etc., todo eso genera un sentimiento de empatía, buen trato y unidad que hacen a la feria un conjunto y no algo conformado por puestos separados en donde cada uno hace de la suya. Es común mantener una charla y cooperación con quien vende al lado o determinar a los “personajes pintorescos de la feria” (personas con carisma o que tienen una característica particular, o clientes frecuentes).

En fin, la feria es un gran campo de interacción social que genera comunidad en donde sea que se instale. La vida en comunidad rompe con los aislamientos y soldados y nos permite encontrarnos encontrando a otros, enriquecernos y enriquecer a otros, vivir en masa, ser pero ser del todo al mismo tiempo, y que algo como la feria genera todo eso es sin duda mágico.

Una gran feria: POTENCIA

Si bien es como un reemplazo de lo que en su momento fue la conocida FERINOA, la feria organizada por el gobierno provincial, POTENCIA, tuvo en su primera y segunda edición un rotundo éxito. Se pudo integrar a los diferentes municipios, que presentaron sus emprendimientos y a variadas propuestas locales. Las calles del centro de convenciones se llenaron de personas. Incluso se espera que se repita la feria a través de los años, lo que permitirá al gobierno irla mejorando teniendo un mejor ordenamiento del espacio (para la masividad que puede lograr) y la implementación de nuevas propuestas y actividades, son las expectativas que se tiene sobre este evento. La feria ya queda chica para la cantidad de interesados que asisten por lo que lo recomendable es que se siga trabajando sobre esta propuesta que a vista de muchos es un acierto que no debe dejarse pasar como una acción de gobierno más sino como una herramienta para una gran cantidad de Salteños.

Una buena decisión

En conclusión, la feria es un lugar único que debe ser fomentado por los gobiernos a nivel nacional, por las provincias, los municipios y las localidades. La feria es una gran acompañante de todo evento que se realiza (Fiesta patronales, congresos, inauguraciones, reuniones, actos, etc,.) en todo lugar masivo, porque la feria es masiva y llama a la masividad. La autoridad que implemente y fomente la feria está tomando una buena decisión porque toma una decisión para el conjunto, una decisión que no discrimina sobre una actividad abierta en donde la sociedad en su conjunto puede participar.