Un joven estudiante del colegio Arturo Illia denunció que el vicedirector lo obligó a sacarse el pañuelo verde por el aborto legal.

Luego de la situación vivida en el colegio al que asiste, el joven expuso su experiencia en una de sus redes sociales. Allí contó la persecución sufrida por mostrarse a favor de la despenalización y legalización del aborto.

«Mi nombre es Exequiel Tolaba, voy al colegio Arturo Illia de gestión pública en el turno mañana, y quiero contar lo que estoy viviendo en el mismo por expresarme. El vicedirector, después de la formación de entrada de hoy 14/08, me llamó afuera del curso para hablar. Me dijo que me ‘saque el pañuelo del cuello porque el debate ya terminó y los representantes ya votaron’, también dijo que para él es ‘una falta de respeto’. Me repitió que me pusiera el pañuelo en la mochila o en la muñeca ‘por mi bien».

La clara amenaza por parte del directivo al alumno quedó en evidencia luego de que diferentes medios de comunicación se hicieran eco de lo contado. Según manifestó Tolaba no tuvo otra opción de dar a conocer esta situación a los medios porque lo único que hizo es expresarse: “Si hubieran respetado mi postura no tendría que haber ningún problema, ni haber llamado a mis padres”, señaló.

Aunque el joven decidió hacerlo público, las denuncias por persecución en pleno debate por la ley de aborto legal, fueron numerosas y se repitieron en varias instituciones educativas salteñas.

En cuanto a lo que contó por las redes, el estudiante continuó: “Me parece una hipocresía que me diga que se respetó en todo momento mi decisión de posicionarme a favor de la legalización del aborto cuando en un principio del debate me citaron a vicedirección y a dirección por llevar glitter verde en las mejillas y pegar carteles, se citó a mi mamá para hablar con los directivos y en todo momento dijeron que no podía manifestarme así con la excusa de que soy menor de edad y estoy en una institución con menores de edad que al parecer necesitan una autorización de sus padres para tener un pensamiento crítico y pensar libremente. Lo de los carteles sí lo acepto, acepto que no pude haber pegado carteles a favor de la legalización sin permiso de la institución (permiso que después pedí y me lo negaron, sin embargo accedieron a dejarme poner carteles en contra de la violencia de género pero cuando lo hice, desaparecieron en cuestión de un día).

Lo que me no parece coherente es que desde un principio me plantearon que manifestarme podría influir en el pensamiento de los demás u ofenderlos pero después en el mismo colegio rezamos en el acto de entrada todos los días, una imagen de una virgen visita el establecimiento y la ponen en medio del patio, o suspenden las clases para ir a misa.

Durante nuestra vida educativa nos enseñan a expresarnos, un valor tan importante como la libertad, somos libres, el hecho de estar en el colegio no limita mis derechos. ¿Por qué cuando deseamos pensar críticamente nos reprimen?¿Por qué tengo que ir con miedo al colegio? Miedo por llevar un pañuelo verde y esperar insultos (que siempre llegan) o que citen a mis padres por estar usándolo.

Yo le pregunto, al Ministerio de Educación, ¿dónde están mis derechos? ¿Quién me asegura la continuidad de mis estudios en una institución pública?», explicó el joven que forma parte de la Coordinadora de secundarios por el aborto legal y agregó que junto a algunos compañeros se encuentran tratando de organizarse para efectivizar el centro de estudiantes con todos los delegados de la institución educativa.