Una payasada. La iniciativa es de una legisladora del Frente de Todos.

Esta vez no hay ningún salteño involucrado, lo cual debe ser lo más parecido a un milagro, porque se han cansado de presentar proyectos estúpidos o intrascendentes (salvo Martín Grande, que directamente no presenta proyectos y prácticamente ni habla, y eso cuando va) o de hacer papelones mayores (véase Ameri).

En esta oportunidad ingresó a la Cámara de Diputados un proyecto de la legisladora K María Rosa Martínez para instaurar el 6 de octubre como el día del circo con el objetivo de “reconocer a todes les artistas y trabajadores circenses”. También busca visibilizar el papel del Circo Argentino como “generador de trabajo y herramienta para contribuir con la transformación social y la organización comunitaria”.
¿No hay otras prioridades? Es más, por la pandemia, los circos ni siquiera están habilitados para trabajar.

bien en un principio el Circo estuvo vinculado a una tradición familiar, con el tiempo, comenzaron a proliferar los talleres y espacios para la enseñanza y aprendizaje de este arte (Foto/ Prensa/AA/T).

“El Circo Argentino es sin dudas uno de los patrimonios culturales más entrañables e inclusivos a los que puede tener acceso nuestro pueblo, y una gran oportunidad para la generación de trabajo, además de ser una gran herramienta para contribuir con la transformación social y la organización comunitaria”, apunta la funcionaria.

Los fundamentos de la legisladora son extensos y a decir verdad no está mal señalar la importancia cultural del circo y su tradición. Pero ¿en qué le cambia la vida a estos trabajadores que se instaure el “día del circo” si no reciben ningún beneficio?
Además del fuera del timing del proyecto, es una iniciativa vacía: no cambia nada. Sobre todo, no ayuda a erradicar la precariedad y la incertidumbre de quienes llevan esta forma de vida.