El 5 de septiembre de 1782 Bartolina Sisa, mujer de Túpac Katari, aymara alzada en armas contra el Imperio español, fue sacada del cuartel de la Plaza Mayor de La Paz, atada a la cola de un caballo con una soga al cuello, arrastrada, ahorcada y descuartizada.
«Y que sacada del cuartel a la plaza mayor por su circunferencia, atada a la cola de un caballo con una soga de esparto al cuello…”, comienza diciendo la resolución que leyó el oidor Francisco Tadeo Diez de Medina en la que se condenaba a Bartolina Sisa por insurrección.
Durante el siglo XVIII fueron muchas las rebeliones contra la opresión que sufrían los indígenas en el Virreinato del Perú, en los territorios que hoy constituyen Bolivia y Perú. Una de las importantes ocurrió en 1781 y la protagonizaron Sisa y su esposo, Túpac Katari, también llamado Julián Apaza.
«… una coroza (cucurucho que se ponía por afrenta en la cabeza de los reos) de cuero y plumas y una aspa afianzada sobre un bastón de palo, en la mano…”
La revuelta tuvo lugar en el Altiplano. La Paz, rodeada por montañas, facilitó el cerco que tendieron los sublevados. En la parte oeste, en el Alto, los indígenas estaban al mando de Túpac Katari. En la parte este, de Bartolina.
“… y a voz del pregonero que publique sus delitos sea conducida a la horca y se ponga pendiente de ella, hasta que naturalmente muera…”