El tercer jueves de noviembre se celebra el día mundial de la Filosofía. ¿para qué la necesitamos?
Andrea Sztychmasjter
“La filosofía proporciona la base conceptual de los principios y valores de los que depende la paz mundial: democracia, derechos humanos, justicia e igualdad, contribuyendo a consolidar estos auténticos fundamentos de la convivencia pacífica”. Así define la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) a esta práctica de pensamiento y diálogo presente desde la antigüedad.
Del mismo modo, el Día Mundial de la Filosofía, que se celebra anualmente cada tercer jueves de noviembre y que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció como evento oficial en 2005, tiene como objetivo promover el pensamiento filosófico crítico.
Para esta ocasión te compartimos algunas descripciones sobre Frege, quien ideó un programa logicista destinado a explorar los fundamentos lógicos y filosóficos de las matemáticas y del lenguaje natural. Estaba convencido de que las matemáticas y el lenguaje podían ser reducidos a la lógica.
Concepto: Frege distingue al concepto como una función de un argumento cuyo valor siempre es un valor de verdad.
Objeto: Para Frege un objeto es una entidad saturada, lo que lo distingue del concepto que es una función necesitada de saturación.
Frege aclara que la naturaleza del concepto es esencialmente predicativa, que un concepto es la referencia de un predicado, mientras que un objeto, nunca puede ser la referencia total de un predicado, sino que puede ser la referencia de un sujeto. Los objetos pueden caer bajo conceptos, mientras que los conceptos no pueden caer bajo objetos.
Función proposicional: Para Frege el objeto de la lógica es la noción de verdad y sus leyes. La lógica nos dice, no qué proposiciones son verdaderas, sino cómo inferir de tal manera que, si las proposiciones que consideramos verdaderas lo son en realidad, no podamos llegar a aceptar otras proposiciones salvo las que sean verdaderas.
Sentido: Kirpke sostiene que es una forma de presentación. Frege el modo en el cual el objeto es descripto o presentado por el signo (por lo cual decir “La estrella de la mañana” y “ la estrella de la tarde” significa dos modos diferentes de presentaciòn del objeto).
Referencia: Frege dice «es la búsqueda de la verdad lo que nos impulsa a avanzar del sentido a la referencia». La referencia de una oración declarativa es entonces un valor de verdad (la circunstancia de que la oración sea verdadera o falsa) lo de denotación, aplicación, cumplimiento.
Frege afirma que las palabras tienen dos tipos de referencia, la habitual y la indirecta. En nuestro uso cotidiano las palabras tienen su referencia directa, cuando hablamos de las palabras mismas o de su sentido, tenemos lo que se llama referencia indirecta.
Representación: Las representaciones al igual que los sentidos, no pueden ser vistas ni palpadas. Se poseen. Una representación que alguien tiene pertenece al contenido de conciencia. Requieren de un portador, los sentidos no.- Cada representación posee un solo portador. Dos mujeres no tienen la misma representación. Sin embargo dos mujeres pueden compartir el mismo sentido. Imagen mental subjetiva que cada uno asocia a una expresión lingüística.
Nombre propio: Dice Kirpke que tanto Frege como Russelll pensaron que Mill estaba equivocado: en realidad un nombre propio, adecuadamente usado, no era más que una descripción definida abreviada o disfrazada. Frege dijo específicamente que dicha descripción daba el sentido del nombre. el referente de un nombre se determina, no mediante una sola descripción, sino mediante un cúmulo o familia de descripciones.
Un nombre propio, para Kripke, designa a un individuo y no lo describe, pues el nombre se agota en la pura referencia al objeto.
En Frege el concepto de referencia es equivalente al de denotación. La razón de ello sostiene Orlando, es que concibe el funcionamiento semántico de todas las expresiones bajo el modelo de nombres propios.
Designador rígido, Designador no rígido o accidental: Kirpke establece a aquello que se designa a un mismo individuo en todo mundo posible. Este mundo posible considerado como lo contrafactico de lo real. Son los nombres, que no tienen que ver con propiedades esenciales.
Los designadores rígidos son aquellas expresiones que siempre designan lo mismo independientemente del contexto o del mundo posible en el que se utilicen. Un designador rígido, a diferencia de un no rígido, es un término que designa, etiqueta al mismo objeto en todos los mundos posibles. Designan por lo tanto al mismo individuo en toda situación contrafactual en que ese individuo pueda existir. Kripke llama a estos enunciados “necesarios” por tratarse de enunciados verdaderos y que no podrían ser de otra manera.
A priori: Para Kripke, desde la posibilidad de los juicios sintéticos a priori, advierte que ciertas nociones como “a priori”, “analítico” y “necesario” son utilizadas erróneamente, sin distinción alguna; a tal punto que suele afirmarse erróneamente que si un enunciado es a priori es del mismo modo necesario.
A posteriori: Kirpke sostiene que no sólo hay verdades contingentes a priori, sino que se puede también demostrar que la verdad de ciertos descubrimientos que se dan por la experiencia no son contingentes por el hecho de ser a posteriori.
Mundo posible: Para Kripke los mundos posibles no son algo que se descubre, sino algo que se estipula mediante descripciones. Los mundos posibles son maneras de cómo podría ser el mundo.
Contrafáctico: Kripke utiliza experimentos de pensamiento contrafácticos para establecer lo que llama un designador —un nombre propio o una descripción definida— ya sea un designador rígido o no.
