Las mujeres sufren mayor desempleo, obtienen menores salarios y les cuesta más acceder a cargos claves.

Según los datos que refleja el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), para la mujer es más difícil el acceso al trabajo, sobre todo cuando se trata del primer empleo.

Por ejemplo, en el 4° Trimestre 2020, en el corazón de la pandemia, la desocupación entre mujeres jóvenes era del 26% y entre hombres jóvenes era del 19%, esta brecha demuestra que para las mujeres, conseguir el primer empleo es más complicado.

. Para dimensionar las diferencias entre los ingresos de hombres y mujeres, según el último dato del INDEC -de diciembre- la brecha salarial de género es del 28,45%.

¿Por qué ganan menos las mujeres que los varones?

Ximena De La Fuente, socióloga y miembro de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género del ministerio de Economía, explicó a A24.com cuáles son las 4 causas que llevan a que exista la brecha de ingresos entre ambos géneros. En este sentido, aclaró que hablan en términos binarios porque así lo contemplan las estadísticas. Sin embargo, advirtió que en el caso de la comunidad trans la situación es peor que la de las mujeres. Las principales razones son:

1) Las mujeres participan menos en el mercado de trabajo que los varones. Al ver la tasa de actividad, que es quienes trabajan y quienes buscan activamente empleo, las tasas son consistentemente más bajas. “En los últimos años se viene viendo en promedio 20 puntos de diferencia”, graficó De La Fuente.

Y agregó: “Las mujeres están mucho más relegadas a las funciones y tareas de cuidado y trabajos domésticos no remunerados como el sostenimiento del hogar y el cuidado de niños o personas adultas mayores. Todo este tiempo que dedican a esta tarea, es tiempo que no puede dedicar al mercado de trabajo pago”.

2) Las mujeres trabajan menos horas que los varones. La especialista contó que es así porque “justamente dedican más tiempo a los trabajos domésticos y de cuidado no remunerado”.

3) La inserción laboral se da en tareas feminizadas que son las peores pagas en el mercado y las más informalizadas. En este orden, indicó que “antes de la pandemia, el segundo rubro en el que se más se desarrollaban las mujeres era el trabajo en casas particulares, que es la actividad peor paga de la economía”.

4) Otras cuestiones culturales como el acceso a los puestos jerárquicos, en donde hay un rezago muy grande.