Una estudiante de la U.N.Sa denunció acoso, hostigamiento y encubrimiento por parte de otros estudiantes de la facultad de Humanidades. El caso una vez más pone al descubierto la necesidad de la aplicación de un protocolo de actuación frente a estas situaciones, tal como funcionan en otras universidades del país.

Una nueva denuncia de una estudiante de la Universidad Nacional de Salta, puso al descubierto la falta de un procedimiento a seguir por parte de instituciones educativas cuando situaciones de este tipo se presentan.

La estudiante de la Facultad de Humanidades realizó una denuncia en la Justicia por acoso, hostigamiento y encubrimiento y señaló a 7 personas involucradas en la terrible situación que le tocó vivir desde que ingresó a la institución. Ahora desde el Juzgado de Violencia de Género de 2 nominación le notificaron que tomarán su denuncia pero solo de dos personas señaladas por ella.

En definitiva desde el Juzgado le notificaron que estas dos personas deben “abstenerse de ejercer actos de violencia física y psíquica, como así también de proferir insultos, palabras agraviantes, o desplegar conductas amenazantes por cualquier medio”. Además en la notificación especifican que ambos denunciados tienen prohibido acercarse a la denunciante, y que esto debe ser recíproco.

En la disposición judicial instan además a la Universidad a realizar “jornadas de prevención  y capacitación en temas relacionados a la violencia de género”, dirigidas tanto a los profesores como al alumnado, pero solamente realizadas por la Sub secretaria de políticas de género dependiente del Ministerio de Gobierno, Ddhh, y Justicia y o del OVCM.

Asimismo desde la Justicia instan al rector de la Universidad Antonio Fernández a que tome los recaudos necesarios para evitar la revictimización de la víctima.

Recordemos que esta última denuncia que pone el foco sobre la Facultad de Humanidades no es la única denuncia por acoso que se produjo en la casa de altos estudios. El año pasado también se dio a conocer públicamente que un estudiante de Ciencias Exactas había acosado a otras compañeras.

Aunque se realizaron reuniones entre la Comisión de la Mujer de la U.N.SA  y otros actores para la puesta en marcha de un protocolo, hasta el momento la institución no cuenta con uno. Las experiencias de otras universidades que ya cuentan con Programas específicos para trabajar la problemática, deben servir de base para la elaboración de uno que pueda aplicarse en la institución salteña. La realidad demuestra la urgencia de esto, y así poder configurar, de una vez por todas, dentro del ámbito universitario, las problemáticas de género como una política pública.