El vicegobernador de la provincia y presidente del partido de Alberto Fernández en Salta, Antonio Marocco, se refirió a la grave denuncia contra el expresidente, aunque se olvidó de la firmeza y habló de «contradicciones flagrantes».
En una provincia atravesada por la problemática de la violencia de género, las definiciones de la clase política no son una cuestión menor. Mientras el arco político en su totalidad repudia los hechos de violencia denunciados por Fabiola Yañez contra el expresidente Alberto Fernández; en Salta todavía hay lugar para ciertas ambigüedades.
Tal vez por ese motivo resulten disonantes los dichos del vicegobernador, Antonio Marocco, amigo del expresidente y representante en Salta del partido PARTE, fundado por Fernández.
Durante el acto de presentación de las obras de refacción del hospital Miguel Ragone, el vicegobernador fue entrevistado por el periodista Kenny Serrano y se mostró más endeble de lo habitual. «He tenido contacto a través de amigos y he podido expresarle lo que todo amigo expresa. Que esto se resuelva rápidamente de la mejor manera», dijo en un comienzo.
Y agregó: «yo no soy testigo de nada, simplemente tengo información pública y de lo que uno ve, hay contradicciones flagrantes entre lo que dice uno y lo que dice el otro».
Cuando parecía que ya no podía enterrarse más, Marocco argumentó: «meterse es una cuestión muy complicada, no porque uno quiera esquivarle al bulto, pero hay que ver hasta donde la noticia puede llegar». Sin palabras.
Cabe recordar que fue el propio Marocco el encargado de ratificar, desde su condición de presidente del senado provincial, la emergencia en materia de violencia de género para todo el territorio salteño. Cuando se trata de los amigos, ¿hay flexibilidad con los violentos?