¿Cómo debe actuar la policía ante un caso de brote psicótico? La muerte del peluquero en Salta y el disparo contra el cantante en Buenos Aires tienen más de un denominador en común.

Tanto en la muerte del peluquero Matías Ruiz, en Salta, como en el disparo contra el cantante Chano quedaron en evidencia un problema en común: los policías no saben qué hacer en hechos que involucran a personas con problemas de salud mental o consumos problemáticos de drogas.

En Salta, los efectivos optaron por golpear a un joven que estaba desnudo, esposarlo y tenerlo tirado en el piso por más de 45 minutos. En Buenos Aires, el efectivo disparó, sin titubear, ante un hombre armado con un cuchillo para cortar pan.

¿Existe un protocolo en Salta? ¿Lo conocen los policías? ¿Lo conoce Pulleiro?

En Argentina rige desde 2013 un protocolo para actuación de las fuerzas de seguridad ante casos así. Lo firmó la entonces ministra de Seguridad Nilda Garré y rige para las fuerzas federales, pero no todas las provincias están adheridas. De modo que no existe, en la práctica, un protocolo unificado.
“La atención inmediata del equipo de salud es la primera estrategia de mayor utilidad y prioridad en estas situaciones de urgencia, particularmente cuando la evaluación inicial permite sospechar que se está frente a un riesgo inminente para sí o para terceros por intoxicación o abstinencia de sustancias, o bien la presencia de otros padecimientos físicos o mentales”, es uno de los párrafos sobresalientes del Anexo de la resolución 506/2013 sobre “Cuerpos Policiales y Fuerzas de Seguridad. Pautas de Intervención para determinadas situaciones”, publicada en el Boletín Oficial hace ocho años.

Es por eso que en Salta la fiscal que investiga la muerte de Ruiz dijo que el Samec tiene mayor responsabilidad que los mismos policías que golpearon al joven.

El eje central de la normativa es que los agentes de Policía Federal, de Seguridad Aeroportuaria, Gendamería y Prefectura deben respetar los derechos y las garantías de las personas con padecimientos de salud mental o consumo problemático de sustancias legales e ilegales con el objetivo, según dice la propia resolución, de “adecuar las intervenciones” a la Convención sobre Derechos de Personas con Discapacidad y la Ley de Salud Mental, que había sido reglamentada meses antes.

El protocolo establece que las personas con presunto padecimiento mental tienen derecho a la asistencia del equipo de salud de forma inmediata, asistencia legal, psicológica y material “en caso de corresponder, desde el primer momento en que fueran abordadas”. Y los integrantes de las fuerzas de seguridad que intervengan en el procedimiento “deben priorizar las técnicas disuasivas y preventivas”. Para eso, se explica en el protocolo, “las intervenciones deben abordarse utilizando el tiempo necesario”.

En casos de agitación, como fue presuntamente el de Moreno Charpentier, el uso de medidas de fuerza como la “restricción física” -puede ser manual o mecánica, que inmoviliza el movimiento libre de las extremidades o cabeza de una persona- sólo pueden ser utilizadas cuando “se hayan intentado previamente otras estrategias menos agresivas” destinadas proteger la integridad de la persona en estado de alteración o la de terceros.

El protocolo nacional también establece algo que, claramente, no se respetó en Salta: se recomienda identificar “deseos y necesidades”, demostrar que realmente se está escuchando a la persona, expresar acuerdo cuando es preciso y establecer límites necesarios, pero no con tono de amenaza. Y si se utilizó la fuerza física, debe explicarse luego por qué se hizo “con el fin de aliviar la naturaleza traumática del procedimiento”. En estos casos tensos, el agente debe evitar movimientos bruscos, dar la espalda, establecer luchas de poder, dar consejos u “generar empatía por medio del sarcasmo y humor”.

Qué dijo la ministra

La ministra de Salud, Carla Vizzotti, se refirió hoy al episodio que protagonizó el cantante Santiago «Chano» Moreno Charpentier y remarcó que el Gobierno apunta a capacitar a todas las áreas del Estado «para minimizar las acciones violentas en el contexto de una persona que tiene un padecimiento de salud mental».

«Ayer estuvimos hablando con el área de Salud Mental. Es un esfuerzo grande transmitir el mensaje de la Salud Mental como problema para la Salud Pública, cómo se pueden abordar estas situaciones sin violencia, cómo se puede capacitar y trabajar en conjunto con todas las áreas del Estado para minimizar las acciones violentas en el contexto de una persona que tiene un padecimiento de salud mental y poder tener esa mirada», sostuvo la funcionaria nacional.