La Cámara de Diputados reconoció en la sesión de ayer la trayectoria de  los copleros y bagualeros Báez y Rafaela Gaspar. Se los distinguió por su aporte y contribución a la difusión de la cultura de la Puna y de los Valles Calchaquíes.

El coplero Severo Báez, nació en Brealito, era pastor y labraba la tierra, llegó a Salta a los 14 años en busca de trabajo para ayudar a su familia. Severo forma parte de Los Bagualeros del Norte Argentino, conjunto que desde hace 25 años revaloriza la copla y la baguala, y que resonaron en distintos escenarios de nuestro país, Latinoamérica y Europa.

En tanto, Rafaela Gaspar, nació en Jujuy, y conoció a Severo en una de las celebraciones del Milagro. Tienen juntos 14 hijos y 5 nietos. En el homenaje se destacó el trabajo que llevan adelante  para revalorizar las tradiciones y costumbres a través de las coplas y el esfuerzo que realizaron para crear el Centro de Residentes Vallistos y Puneños.