Luego de que organizaciones ambientalistas denunciaran la contaminación que sufre el Parque Nacional Calilegua por filtraciones petroleras, el Jefe de Gabinete de la anción confirmó que las denuncias son ciertas pero negó haber autorizado la ampliación de la actividad extractiva dentro del área protegida.

Los que habían denunciado la contaminación fueron los Trabajadores Autoconvocados del Parque nacional que habían entregado la información a los intendentes de Yuto y Caimancito. Ante ello, el Jefe de Gabinete Jorge Capitanich reconoció el problema en su informe mensual a la Cámara de Diputados la Nación del mes de junio cuando sostuvo que el pozo Caimancito e-3 (Ca.e-3), ubicado unos 200 metros fuera del límite del Parque Nacional Calilegua, y perteneciente al área Río Colorado, derrama sobre el arroyo Yuto “200.000 litros/día de agua termal, con sales de formación en una concentración de 100 gr/l, niveles de cobre y una temperatura de 60-70 Cº”. En su exposición reconoció que “la situación del pozo Ca.e-3, estaba en conocimiento de la Secretaría de Energía de Energía de la Nación en 1998.

La noticia fue recogida por el Observatorio Petrolero Sur que también informó en su web que Capitanich negó que la Administración de Parque Nacionales (APN) haya autorizado a la petrolera china JHP a realizar nuevas perforaciones en el yacimiento Caimancito. A través de esta actuación de la APN, la concesionaria no puede ejecutar actividades, fuera de las estrictas tareas de operación y mantenimiento rutinarias, hasta tanto presente el Proyecto de Desarrollo con su Estudio de Impacto Ambiental (EIA), y se cumplimente el correspondiente proceso de evaluación. En ese sentido Capitanich destacó que JHP aún no presentó el Estudio correspondiente. Sin embargo, trabajadores del Parque Nacional consultados por el OPSur enfatizaron que “el pre-proyecto de perforación ya está aprobado y que sólo se espera la presentación del EIA por parte de JHP”.

El Jefe de Gabinete respondió así a los planteos formulados por el bloque del Frente Progresista, que además requirió información sobre afectaciones severas y riesgos potenciales al medio ambiente en el Parque. Al respecto, Capitanich detalló que “hasta el año 1992, YPF perforó alrededor de 34 pozos petroleros en el Yacimiento Caimancito. De este total, solo (sic) un tercio se encuentran (sic) en producción en la actualidad, y el resto en condición de abandono o inactivos”. El Jefe de Gabinete también resaltó que los pozos inactivos sin sellar representan un el alto riesgo ambiental “de sufrir daños en su estructura con el paso del tiempo, y dar lugar a derrames de hidrocarburos y aguas de formación, elementos ambos muy contaminantes a nivel de suelo y agua”. También señaló que, entre otros riesgos asociados a la explotación petrolera en el área protegida, se cuentan “la posible contaminación por derrames de petróleo por rotura de ductos, piletas o árboles de producción”, además de “la probabilidad de ocurrencia de incendios”.

También se le había solicitado al Jefe de Gabinete que determine cuáles son las acciones y presupuesto asignado para las tareas de control ambiental en el territorio donde se concentra la explotación petrolera dentro del área protegida. Capitanich indicó que “el Parque Nacional Calilegua cuenta en su estructura organizativa, con un Departamento Fiscalización, en cuyo ámbito está el control de las actividades que se desarrollan en el Yacimiento Caimancito”. Sin embargo los trabajadores del Parque subrayaron que “esa unidad carece de fondos para su funcionamiento desde el mismo momento en que fue creada. En consecuencia, por ejemplo, no es posible la contratación de servicios de laboratorio que permitan un monitoreo del estado de las aguas de los cauces naturales y la detección de contaminación generada por la actividad petrolera”.