Cuestiones pendientes

ALEJANDRO SARAVIA 

Tengo, desde ya, algunas cuentas pendientes con la democracia republicana. No de la misma naturaleza de aquellas que mencionaba Alfonsín en sus discursos en cuanto a que con la democracia se cura, se come y se educa, pues, si bien esas también son cuestiones pendientes ahora me quiero referir a otras. 

Hablo, en primer lugar del anonimato y el secretismo, es decir, vinculadas en mayor medida con la faceta republicana en materia gubernamental. 

El anonimato en las redes, por ejemplo, que irrumpieron con internet y son la guarida de cobardes que se valen de ese anonimato para atacar a terceros cuando estos no acceden o no dicen lo que ellos pretenden que hagan o digan. Cuando eso sucede, cardúmenes de trolls, anónimos o con nombres supuestos y simulados, se lanzan como pirañas sobre su presa amenazándola y, en consecuencia, acobardándola, ya sea a ellas mismas o a terceras personas que, por ese efecto de demostración, guardan en su coleto cualquier opinión para no pasar momentos de zozobra. Tanto esto es así que hasta en el diario La Nación uno de sus columnistas se vio en la necesidad de escribir sobre ese fenómeno que afecta, por ejemplo pero no solo a ellos, a la pléyade de economistas, inclusive ortodoxos y que coinciden con la línea gubernamental, pero que por esos temores se cuidan de no emitir opinión alguna. 

La solución sería prohibir el anonimato en esas redes procurando con eso una mayor responsabilidad, seriedad y, fundamentalmente, armonía social. 

En nuestro país esa cuestión está agravada porque ese anonimato se combina con el secretismo con que se suelen mantener esos ejércitos anónimos. Se vincula ello, por ejemplo, con el DNU recientemente tratado y rechazado por la Cámara de Diputados de la Nación, hoy en el Senado, en el que se destinaban 100 mil millones de pesos, cien millones de dólares, para alimentar a la recreada SIDE, Secretaría de Inteligencia del Estado, que como todos saben está bajo la órbita de Santiago Caputo, monje negro del actual oficialismo y hacedor en la sombra del fenómeno Milei y capitanejo de los trolls que están haciendo añicos nuestra convivencia racional. Como se trata de un DNU, un Decreto de Necesidad y Urgencia, por esas reglamentaciones circunstanciales y, por eso mismo absurdas, conservan su vigor mientras las dos cámaras del Congreso no lo rechacen. 

Pero hay otras formas de secretismo que chocan con el sistema republicano establecido por nuestra Constitución Nacional para regirnos. Son las reuniones reservadas que celebran los funcionarios a solas con terceros interesados en diversas materias. Todas esas reuniones debieran ser públicas o bien celebradas ante la presencia de algún delegado de la sociedad, un defensor del pueblo o algo así, como para evitar sorpresas desagradables, como aquellas en las que tras esas reuniones reservadas uno de los principales beneficiados termina siendo el funcionario público que la celebró sin control alguno. El propio Perón decía que se supone, falsamente, que todas las personas eran buenas pero si se las controla son mejores. Más aún si se trata de funcionarios públicos. No es vano presumir que seguramente hay diferencias entre lo que se habla en esas reuniones reservadas y lo que se transmite al público. Ingenuos, por favor, abstenerse.

Tal como viene la mano nada indicaría que esas cuestiones pendientes vayan a ser solucionadas en la brevedad. Peor aún, todo indicaría que se van a agravar si estamos a la dinámica oficial, hechura precisamente de las redes y de gritos e insultos lanzados en trincheras de panelistas deslenguados.

Todo indica que seguirán pendientes esas cuestiones con la democracia republicana, tanto a nivel nacional como provincial. En la Nación, todo es extraño, como extraña es la paciencia que se le tiene. Clara señal de lo malo que fueron los anteriores. Por lo malo que éstos fueron esta sociedad, desencantada y aturdida, soporta y hasta hace como si lo sintiese normal a un gobierno de tres personas extrañas que hacen, con amplificación, cosas raras. En nombre del liberalismo aplican un estalinismo en el que ni siquiera se permiten opiniones diversas. Pregúntenle al senador Paoltroni, de Formosa, si es así o no. A la que le dicen “el jefe”, especialista en tarot y en tortas caseras, es evidentemente la que manda en el armado político, eso a pesar de que cuando le tocó administrar la “hacienda familiar” perdió sin recuperación el 20% de ella. El tercer integrante del trío, discípulo de Durán Barba, quien lo hizo presidente a Macri, a su vez hizo presidente a Milei, y con evidencia es quien maneja las cajas y los sótanos. De los tres, quien parece “más normal” es el que ve cinco perros donde hay cuatro y es asesorado por ellos. No se sabe si por los cuatro vivos o por el muerto. Todo demasiado raro para terminar bien. 

En la Provincia la gran cuestión pendiente es la inexistencia de un sistema politico que responda a los cánones de una república. Hay un emirato en el que el que lo encabeza dura 12 años, y mientras lo ejerce con la suma del poder politico no hay controles. No existe en ese menester ni el poder legislativo, el judicial, la auditoria y muy poco de prensa libre. Y al no haber alternancia, no existe el control de los partidos de oposición. No solo porque éstos dejaron de existir, sino porque con ello desapareció el más eficaz de los controles que es el que ejerce un partido de oposición cuando asume, por la alternancia, el ejercicio gubernamental. Ahí es que aparecen todos los trapitos sucios que dejó la gestión anterior. Al no haber tal cosa, la gestión posterior tapa las suciedades de la anterior y así sucesivamente. Es como si nosotros los salteños estuviéramos gobernados por ángeles. Nadie imputado, nadie preso. Las diversas causas penales que alguna vez se abrieron duermen el sueño de los justos. Como si Lijo se hubiera graduado o hecho un doctorado acá, en la muy noble y leal. Mientras, la pobreza cunde y faltan las ideas.

Claro que hay, pues, cuestiones pendientes en el largo camino de la democracia republicana. El tema es que desde hace tiempo estamos gobernados por personas que no creen en ella…