Memoria, Verdad y Justicia hoy también decimos Gracias por la enseñanza. (Germán Busti)
- Permiso quería darle un abrazo y agradecerle…
- No hijo, gracias a ustedes porque si ustedes no estuvieran acá,
nosotros no seríamos nada.
A esas señoras a las que el tiempo le fue cambiando el color de sus cabellos por canas, que le puso arrugas en la piel con un caminar cansino, hay algo que el tiempo no pudo cambiar ni borrar, como ese pañuelo blanco que hoy cubre sus canas, esa mirada triste de ojos secos de tantas lágrimas, mirando a la nada recordando ausencias, como esa lucha difícil, eterna e inclaudicable por sus derechos, que son los derechos de todos, porque los derechos humanos son de todos y por eso son nuestras madres.
Deberíamos decir MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA pero hoy prefierimos decir gracias, gracias por la enseñanza, por meternos el germen de la lucha en la sangre, por darnos esos pañuelos blancos que hoy también son verdes, por ser esas «viejas locas» que no se cansaron, por darle voz a quienes querían gritar, por abrirle los ojos a los que los querían abrir.
Gracias y más gracias por esos ovarios de hierro que nos enseñaron que los derechos humanos no son un negocio sino que no se negocian y por las vueltas a esa pirámide al grito de presente con las fotos de los ausentes colgada del pecho que nos enseñó a no olvidar, a tener memoria a buscar la verdad y pedir justicia.