Desde Smata dijeron que «miran con preocupación» esta decisión. En el mismo sentido se manifestaron Hugo Yasky y Pablo Micheli, de las dos CTA, y el bancario Palazzo.
El mundo sindical, que venía agitado por el debate por la unificación de la CGT, sumó ayer una polémica más tras las nuevas declaraciones del futuro ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, y de quien será su par en el Ministerio de Trabajo, Jorge Triaca, con el foco en el Impuesto a las Ganancias.
En entrevistas que concedió a los diarios Clarín, La Nación y Perfil, este fin de semana Prat-Gay informó que la mentada promesa de levantar el mínimo no imponible de Ganancias a partir de la asunción del futuro gobierno tendrá lugar recién después de la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, a partir de marzo del año próximo.
Triaca, por su parte, confirmó que el impuesto alcanzará finalmente al medio aguinaldo que se pagará este mes pese a que el macrismo había prometido no gravar el plus salarial de fin de año.
Las declaraciones de los inminentes funcionarios cayeron como baldes de agua fría entre los gremios de todo signo que, tras la victoria de la alianza Cambiemos en las presidenciales, daban por descontada la modificación del tributo. El secretario Gremial del Sindicato de Mecánicos (Smata), Oscar Romero, lamentó la marcha atrás del macrismo y aseguró que la decisión preocupa a los gremios frente a una “suba descontrolada” de los precios minoristas.
El dirigente sindical de esa rama industrial denunció la “contradicción” del gobierno que asume el 10 de diciembre y en particular cuestionó que el impuesto alcance el pago del aguinaldo. En ese sentido, remarcó que “todavía es más fuerte el anuncio de Triaca” y alertó que “al final de esta canción tenés aumento de la canasta muy importante, la devaluación anunciada con un mes de anticipación y el reacomodamiento de las tarifas”, enumeró el mecánico.
Romero consignó que los dichos de Prat-Gay y Triaca son objeto de discusión entre los distintos sindicatos. “Lo estamos charlando y analizando. Lo que notamos es que surgen muchos trascendidos que no son buenos”, indicó a Tiempo. “Estamos esperando que asuman con la mayor expectativa y con la esperanza de que no concreten lo que anunciaron” ante la posibilidad de afectar el poder adquisitivo del salario, reconoció. “Estamos cercanos a las fiestas de fin de año y la suba de precios parece descontrolada”, finalizó el secretario de los mecánicos.
El Smata, sindicato que lidera Ricardo Pignanelli, forma parte de la CGT oficial y del Movimiento de Acción Sindical de la Argentina (Masa). Días atrás, Romero anunció a Tiempo que el Masa no asistirá al plenario de delegados convocado para el 17 de este mes por un conjunto de dirigentes que impulsan la unificación de la CGT y entre quienes figura el camionero Hugo Moyano. Ayer, el dirigente del Smata informó que los sindicatos de la central oficial debatirán el 15 la necesidad de ir a la convocatoria pero ratificó la decisión del Masa.
Tanto ese armado gremial como la CGT que lidera el metalúrgico Antonio Caló miran con desconfianza el proyecto de la unidad y, en particular, el rol que juega en ese proceso el camionero Moyano. En ese contexto, las declaraciones de Prat-Gay y Triaca sirvieron como nuevo argumento para objetar una posible unidad que de antemano se planteó desde el moyanismo como un “acompañamiento crítico” al futuro gobierno macrista.
Desde otro lugar del espectro sindical, el secretario General de la CTA oficial, Hugo Yasky, cuestionó ayer el cambio de postura del futuro gobierno ante el Impuesto a las Ganancias. Yasky lamentó el cambio de postura del próximo gobierno y advirtió que «no corresponde» que la administración de Cambiemos cobre el tributo en cuestión en el medio aguinaldo.
Yasky anticipó también que los sindicatos podrían “reaccionar de inmediato” si la futura administración nacional procede con decisiones que afecten la situación de los trabajadores. En cambio, marcó que si el gobierno opta por convocar a las organizaciones, “consultarlas, generar espacios de diálogo y no iniciar medidas que signifiquen recortar derechos, golpear el bolsillo, evidentemente, nadie come vidrio. Los tiempos van a ser otros», anunció.
Por otra parte, el jefe de la CTA disidente, Pablo Micheli, le pidió a Macri que «actúe con un poco mas de consideración con sus palabras en la campaña porque la gente se había hecho ilusiones».
Asimismo, el diputado por el Frente para la Victoria y abogado laboralista Héctor Recalde, planteó que “no eximir de Ganancias al aguinaldo es un golpe fuerte a los trabajadores». Recalde reclamó también avanzar con una reforma fiscal y pidió subir el mínimo y cambiar las escalas porque a veces hay situaciones de abuso e injusticia».
Por último, el gremio de La Bancaria, hoy neutral en la puja de las centrales sindicales, hizo conocer en las últimas horas su descontento con la situación de Ganancias, que podría impulsar nuevas conflictividades. Con un comunicado, el sindicato solicitó al Ministerio de Trabajo una audiencia con los bancos para tratarla influencia del gravamen en los salarios.
“Necesariamente se debe contemplar la incidencia negativa y regresiva del denominado impuesto” que continúa “impactando fuerte y gravosamente”, señaló el gremio. «
Bono «puente» de fin de año
Una suma de factores impulsa el pedido de un bono de fin de año por parte de sindicatos, tanto públicos como privados. Según fuentes sindicales consultadas, entre las razones están el deterioro salarial respecto del alza de los precios de la canasta básica, especialmente desde noviembre pasado, pero también un cierto «aprovechamiento» de la situación política generada por el cambio de gobierno, tanto en Nación como en las provincias.
Así, comienzan a conocerse acuerdos recientes en la materia, además de pedidos. Entre los primeros, destaca uno firmado la semana pasada entre General Motors y las firmas de logística que operan con ella con 450 trabajadores afectados a ese sector, los que recibirán un bono extraordinario de $ 6500 para fin de año como compensación por el Impuesto a las Ganancias y la suba de precios. El bono se pagará en dos partes iguales de $ 3250 cada una, en enero y febrero.
Estos empleados están agrupados en el Sindicato de Camioneros. Justamente, esa organización que dirige a nivel nacional Hugo Moyano, pidió un bono para todos sus afiliados que se pagaría por única vez, con carácter no remunerativo tal como fue el año pasado, aunque aún no definió un monto.
En tanto, el sindicato de porteros recibirán una bonificación del 20% sobre el salario básico de la categoría, que se pagará junto con el aguinaldo de fin de año. Este incremento se incorporó al convenio, con lo que se repetirá todos los años.
Algunas regionales del sindicato de comercio también han reclamado un bono de fin de año. Es el caso de los mercantiles de Tierra del Fuego, que lo han pedido para todo el personal que se desempeña en los supermercados.
En el ámbito estatal, los pedidos abundan. Hugo Yasky, titular de la CTA, señaló ayer que «tiene que haber una compensación porque los aumentos que están habiendo son absolutamente desmedidos, injustificados y me parece que son un abuso contra los asalariados». Por ello, dijo que «ni bien asuman las autoridades vamos a reclamar al ministro de Trabajo una convocatoria, tiene que pensarse en la manera de compensar» la pérdida de poder adquisitivo del salario.
En tanto, ATE (que responde a la CTA que dirige Pablo Micheli) realizó un paro el jueves pasado de alcance nacional con el mismo objetivo.
Fuente: Tiempo Argentino