En un giro increíble de eventos, un trader logró lo que muchos solo sueñan: ganar 1,30 millones de dólares en solo 8 minutos. El viernes 3 de enero, este inversionista arriesgó 32,75 SOL (equivalente a 7,130 dólares) para adquirir 268,12 millones de Hive AI (BUZZ), una criptomoneda basada en memes e inteligencia artificial que aún no contaba con 10 minutos de existencia. Esta compra representó casi el 30% del suministro circulante de BUZZ, una apuesta audaz que terminó siendo extremadamente fructífera.
El trader no dudó en gastar 49 SOL adicionales (alrededor de 10,000 dólares) en tarifas de transacción para asegurarse de que su compra se validara primero, un movimiento estratégico que resultó en una explosión de su inversión ocho minutos más tarde. Al liquidar sus posiciones, el trader ganó 6,090 SOL, aproximadamente 1,32 millones de dólares. Después de deducir los 82 SOL vinculados a la inversión inicial y las tarifas de transacción, la ganancia neta ascendió a 6,008 SOL, valuados en 1,30 millones de dólares en ese momento.
Esta operación perfecta ha suscitado preguntas sobre la posible utilización de información privilegiada. Arriesgar 17,000 dólares en una criptomoneda recién lanzada puede parecer una locura a menos que el trader tuviera conocimiento avanzado del mercado. La magnitud de la inversión, las altas tarifas pagadas para ser el primero en comprar, y la rápida liquidación a un precio óptimo alimentan la tesis de un posible uso de información privilegiada.
Hive AI (BUZZ), lanzado en la plataforma pump.fun, sigue siendo un proyecto opaco. Según los datos, su primera acuñación se produjo el 3 de enero a las 2:09 UTC. Actualmente, BUZZ se cotiza a 0,03745 dólares, con una capitalización de mercado estimada en 37 millones de dólares y 14,928 holders. La opacidad del proyecto y los movimientos de este trader ilustran el grado de especulación y riesgo en el sector de las memecoins.
En un entorno donde la información es a menudo reservada para unos pocos, esta transacción destaca lo salvaje e impredecible que puede ser el mundo de las criptomonedas. El sector de las memecoins, en particular, se asemeja cada vez más a un salvaje oeste financiero, donde la fortuna puede cambiar en cuestión de minutos.