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Cortocircuitos internos

Para el Banco Central, la inflación sigue siendo un preocupante. Su titular consideró que no hay que relajarse. Ayer, Prat-Gay había dicho que la inflación «no es un tema».

La dinámica parece clara. A cada declaración del ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay sobre la inflación, sigue una réplica del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger. Es la tensión entre quien quiere dar por superada la inflación como problema para darle prioridad al crecimiento (Prat-Gay) y quien reclama “independencia” y exclusividad para determinar si la inflación es o no un tema superado (Sturzenegger).

En las últimas 24 horas esta esgrima ha vuelto a manifestarse. Al “la inflación ha dejado de ser un problema “ que dijo Prat Gay el lunes, siguió la réplica, esta mañana, de Sturzenegger, quien dijo que de ninguna manera los positivos datos de agosto son motivo como para relajarse y “pensar en otra cosa.

“La desaceleración de agosto no provee los elementos suficientes para que pueda concluirse que sea conveniente relajar la política monetaria que viene llevando adelante el BCRA” soltó esta mañana el titular del Central en un evento organizado por la asociación amigos de la Universidad de Tel Aviv.

Son declaraciones realizadas apenas horas de que se sepa, esta tarde-noche, si el BCRA vuelve a bajar las tasas de las LEBAC, y en todo caso, en qué magnitud.

Conforme con la tendencia declinante de los índices inflacionarios (ayudados en agosto por el hecho de que la marcha atrás del tarifazo implica una baja extra) Sturzenegger detalló por qué cree que no se ha terminado de vencer a la inflación: “A pesar de este éxito temprano, el BCRA considera que no están dadas las condiciones para un relajamiento de la política monetaria. El primer motivo es que una reducción de la inflación en un mes puntual no es indicador suficiente sobre una reducción sostenida en el nivel de inflación, ya que, aunque en este mes la baja se da también en la inflación núcleo, supuestamente exenta de efectos estacionales o del de los precios regulados, un proceso de desinflación persistente necesita de varios meses para consolidarse como tal. Segundo, porque las expectativas de inflación para el año 2017 todavía se ubican por encima de las expectativas de la autoridad monetaria. Tercero, porque el camino a recorrer hasta alcanzar el objetivo de una inflación del 5% anual se encuentra todavía lejano. En conclusión, el BCRA seguirá procediendo con extrema cautela a los fines de asegurar la consolidación del proceso de desinflación”.
Sturzenegger también se metió en el tema de la discusión paritaria, al advertir que los empresarios no debería otorgar aumentos salariales pensando en la inflación pasada, sino en la que viene.

Puso este tema en el marco de las expectativas de inflación: “imaginemos, para entender de lo que hablo, que el año que viene hubiere una inflación del 0%. En ese caso si ustedes negociaran una paritaria que compensara toda la inflación pasada, estarían fijando un salario real muy por encima del año anterior. ¿Por qué? Porque el ajuste que se implementa no se vería seguido de inflación futura, manteniendo el salario real en ese valor inicial. Como el año pasado ese valor inicial fue reduciéndose a lo largo del año por la inflación, el salario promedio del 2017 resultaría superior al del año 2016. Quizás deseen hacer eso, y estaría muy bien, pero el punto que quiero acentuar es que esas decisiones de precios y salarios no pueden tomarse en un vacío sin tener en cuenta cuál es la trayectoria de precios y salarios esperada».

Para el final, elogió la política fiscal del poder ejecutivo (terreno donde manda Prat-Gay) Sturzenegger dijo que “no ve el gradualismo fiscal con preocupación. Sobre todo por “el bajo endeudamiento con el sector privado que tiene nuestro sector público en la actualidad, lo que sumado a condiciones inéditas en términos de disponibilidad de fondos implica que el gobierno cuenta con una amplia disponibilidad de financiamiento en buenas condiciones, permitiendo el descenso de las transferencias del BCRA al Tesoro, y llevando el análisis de la cuestión fiscal a una perspectiva de largo plazo.” También mencionó los “significativos esfuerzos en lo fiscal, como lo atestigua su voluntad de asumir costos políticos, por ejemplo, para reducir el volumen de subsidios y darle sostenibilidad a la política energética. La cuestión central es que ese esfuerzo fiscal se ha visto focalizado no sólo en reducir el déficit sino también en bajar impuestos.. Concluyó que así el gobierno “genera los incentivos correctos para que la economía se expanda”.

Fuente: Clarín