El edil libertario, Pablo López, quiso expresar su malestar por la presencia de cuidacoches en el centro y terminó quedando como un seco. ¿Qué queda pal’ resto de los mortales que no cobra una dieta de casi 3 palos?
En un video de Instagram, el concejal de La Libertad Avanza, Pablo López, se quejó por la presencia de trapitos en el centro. Ofuscado, solicitó presencia policial para retirarlos y lamentó haber tenido que estacionar «en la loma de la pinchila» para evadirlos.
«Cuando uno quiere trabajar en Uber, Didi o Cabify te mandan toda la policía a detenerte», expresó López. Y añadió: «pero ahora tuve que irme a estacionar a la loma de la pinchila porque hay trapitos en toda la ciudad».
Llamativamente, el edil no hizo una sola mención a la realidad social que deriva en la proliferación de trapitos y que obedece a las políticas adoptadas por el gobierno nacional al que adhiere.
Mención aparte merece el hecho de que el concejal libertario percibe una dieta que ronda los $3 millones. Si no puede afrontar una tarifa que rara vez supera los 2 mil pesos, ¿qué queda para los laburantes de a píe?